Los directores llevan tiempo alertando de la falta de profesores en Cataluña en algunas asignaturas como Matemáticas, Castellano o Catalán. Hasta ahora, los institutos habían ido sorteando los obstáculos, pero la situación se va complicando cada vez más con la selectividad a la vuelta de la esquina. Por eso, a menos de dos meses de los exámenes, avisan: el futuro de los alumnos está en peligro.
Las condiciones laborales, la obligatoriedad del máster de formación de profesorado y del nivel C2 de catalán, el endurecimiento de los requisitos para acceder a la docencia, la falta de democracia en los centros --donde el director tiene el máximo poder-- y la situación dentro de las aulas --con ratios elevadas y la carga horaria--, hacen cada vez menos atractiva la profesión. Todo ello está derivando en más bajas laborales y en que cueste más encontrar profesores dispuestos a ejercer.
Sin personal para cubrir las vacantes
Hasta ahora, las dificultades se han ido superando gracias a la vocación de los profesores, pero ya no es suficiente. Eso está haciendo que los directores no encuentren personal dispuesto a cubrir las vacantes de muchas asignaturas de las que los estudiantes se examinarán en la selectividad del 7 al 9 de junio.
El instituto público Miquel Crusafont de Sabadell (Barcelona) es uno de los afectados. Según ha explicado una de sus responsables a Crónica Global, han sufrido la falta de profesores de tres materias --Castellano, Catalán e Inglés-- en segundo de bachillerato a pocos meses de los exámenes que marcarán el futuro de los estudiantes. "Tuvimos que reaprovechar a un profesor para que se pudiera impartir la clase", explica.
Alumnos de primera y de segunda
En este sentido, las mismas voces avisan de que normalmente ya van “apretados con el programa como para que no puedan impartirlo por falta de profesores”. Asimismo, lamentan que haya "estudiantes de primera y de segunda", ya que los más perjudicados son los más vulnerables porque sus familias no tienen recursos para acudir a un preparador particular. “Nuestro colegio está en un barrio en el que hay necesidades”, comenta a este medio, y defiende la labor del profesorado porque está poniendo “todo de su parte” para que los alumnos puedan ir lo más preparados posible y no se encuentren en la selectividad con algún tema que no han llegado a estudiar.
Pero el problema va más allá. Y es que todo esto puede hacer que "un joven no acceda a los estudios que querría y para el que tiene capacidad", lo que podría obligarle a elegir otra carrera por no haber entrado en la deseada. Algo que, indirectamente, potencia el abandono.
Más palos en las ruedas
Mientras esta es la situación en los institutos, la Consejería de Educación de la Generalitat ha implementado una nueva medida que no ha gustado a los sindicatos. A partir del año que viene, los sustitutos deberán elegir plaza priorizando la comarca y no el municipio con tal de dar respuesta a las necesidades de los pueblos pequeños. Desde la parte social consideran que esta nueva regulación es un tiro en el pie, porque vulnera el derecho de los interinos a elegir centro en función de sus posibilidades de movilidad y de proximidad. "Lo hacen para que los sustitutos estén obligados a ir a lugares donde, por ellos mismos, no elegirían", expresa Jesús Martín de UGT.
Por poner un ejemplo, en la comarca del Baix Llobregat no se podrá elegir entre trabajar en Esplugues, Cornellà, Sant Joan Despí o Sant Feliu. A partir de ahora la persona podría ser enviada a hacer una sustitución a otras zonas como Collbató, "poblaciones lejanas en las que acceder sin transporte privado es más complicado", señala el mismo portavoz.
Plataformas de aprendizaje
Ante este problema, cada vez son más las plataformas que ofrecen experiencias de aprendizaje para colegios, universidades y empresas. Una de ellas es Leemons, cuya CEO, Lula de León, advierte de que la falta de docentes en los centros se ve "reflejada en un mayor número de alumnos por aula --hasta un máximo de 35-- y la reducción del apoyo en clase, con lo que "la mayor perjudicada va a ser la atención a la diversidad".
Además, hay que recordar que, ante un cambio tan relevante como es el nuevo modelo de EBAU --que este año se inaugura con una fase transitoria--, "la incertidumbre de los alumnos aumenta y, sin una atención extensiva de los profesores, que son quienes pueden preparar a los estudiantes, es probable que los resultados no solo sean peores que años anteriores, sino que el rendimiento esperado de los estudiantes será más bajo", viéndose más perjudicados quienes estén fuera de la media. Estos son los alumnos diversos, añade De León.
También desde Ucademy --academia online que prepara para los exámenes, entre ellos la selectividad-- atribuyen este problema a la obligatoriedad del catalán. Una lengua que, según fuentes de la compañía, es "poco práctica y desincentiva totalmente la búsqueda de trabajo como profesor en Cataluña". Y es que los docentes tienen que acreditar un C2 --el nivel máximo-- para ejercer en la comunidad.
Así, si en algo están de acuerdo todas las voces consultadas, es en que el Departamento de Educación de la Generalitat pone palos en las ruedas a unos docentes que cada vez están más desgastados.