Condenada una célula yihadista que planeó atentar en Barcelona contra intereses rusos

La Audiencia Nacional ha condenado a penas entre 8 y 10 años de cárcel a los cuatro miembros de una célula terrorista yihadista asentada en Barcelona que había seleccionado objetivos rusos contra los que atentar, entre ellos yates de magnates rusos en el puerto de la capital catalana.

“Dicha célula se encontraba en disposición de actuar en Barcelona, para lo que no solo se habían formado teóricamente en los postulados del salafismo yihadista radical, sino que además se habían adiestrado en la elaboración de explosivos y en el manejo de otro tipo de armas y habían iniciado el proceso para proveerse del armamento necesario a tal fin”, asegura la sentencia, de 172 páginas, de la sección segunda de lo Penal.

Condenados

La Sala condena a 10 años de cárcel a Rabah Hadjeras, alias Rabeh, por promoción y dirección de grupo terrorista, y a ocho años a Omar Negazzi, alias Brahim, a Hatab Samir, alias Miami, y a Lyes Arfa, alias Sourfian, por integración en organización terrorista.

Por contra, absuelve a Younas El Morabit y Hichem Hamouche de los delitos de colaboración activa con grupo terrorista.

Se trata de la primera condena en aplicación del artículo 572.1 del Código Penal, en el caso del líder del grupo, Rabah Hadjeras, que castiga a quienes promueven, constituyen, organizan o dirigen una organización terrorista.

La sentencia considera probado que Hadjeras, que también se hacía llamar Berkan Azizi, lideraba esta célula terrorista en la que también se integraron Negazzi, en funciones de formación, información y contacto con el DAESH; Hatab Samir, en funciones de informática y telecomunicación, y Lyes Arfa, como identificador de objetivos.

Listos para atentar

La célula estaba además en contacto con el ISIS en Oriente Próximo a través de un complejo sistema de uso encadenado de diversas aplicaciones, cuyo manejo secuenciado permitía establecer una interlocución directa con el Estado Islámico.

Gracias a esta conexión, los miembros de la célula podían consultar material novedoso del ISIS, en ocasiones incluso a los pocos minutos de su publicación, así como estar informados casi en tiempo real de los atentados que se produjeran.

La figura de Hadjeras era esencial para mantener la cohesión ideológica de la célula. Convocaba reuniones a las que acudían los demás miembros del grupo y terceras personas de su confianza.

Reuniones

Esas reuniones, que solían desarrollarse en lugares apartados y discretos (el espigón de la playa de La Mar Bella de Barcelona, una zona de recreo de la Avenida Lluís Companys por la noche o en el interior de un bar de la zona del Born), eran empleadas para la escucha colectiva de los nasheed para predisponer a la comisión de atentados.

Una vez los integrantes de la célula se encontraban en disposición de pasar a la acción, la siguiente prioridad de su líder fue dotar al grupo de armamento "y, en buena lógica, de la capacidad y habilidad de emplearlo”.

Tutorial para fabricar explosivos

La sentencia describe todo el material audiovisual consultado para ello, como un tutorial para elaborar la sustancia explosiva Triperóxido de Triacetona (TATP o “madre de Satán) con un detonador eléctrico improvisado funcional con plena capacidad letal o lesiva.

Además, durante su estancia en prisión, Hadjeras contactó con Younas El Morabit, que cumplía condena por tráfico de armas de guerra, para facilitarles el acceso a armas.

No obstante, la Sala le absuelve porque considera que no se ha acreditado que le ofreciera en firme la posibilidad de adquirirlas, ni que estuviera en condiciones de conseguirlo.

Selección de objetivos terroristas

Una vez formada la célula en la utilización de explosivos y cuchillos y en cómo realizar con éxito atropellamientos masivos, y con la expectativa de obtener material de guerra, Hadjeras procedió a marcar los objetivos, especialmente intereses rusos.

La elección de esos objetivos rusos no fue casual, dice el tribunal, sino en concordancia con el Dáesh, que en 2016 instó a "soplar el fuego de una guerra santa" contra Moscú.

En esa línea, según la sentencia, fue Lyes Arfa el encargado de contactar con Hichem Hamouche para concretar los objetivos rusos. Este último trabajaba en el puerto de Barcelona, en una empresa que presta servicio a yates de gran eslora.

Gracias a la información que pudo obtener de Hamouche, Arfa fotografió tres yates que eran de ciudadanos rusos.

Imágenes de la ciudad

El tribunal destaca también la localización de un vídeo enviado por Arfa, el 30 de mayo de 2018, vía Messenger, en el que muestra una secuencia de imágenes de lugares emblemáticos de Barcelona combinadas con un discurso que habla de la figura del lobo solitario.

“La conjunción de ambos elementos (discurso lobo solitario-Barcelona) pretendería motivar e incitar a los que lo reproducen a llevar a cabo algún tipo de acción violenta en la ciudad, especialmente en aquellos puntos de mayor atracción turística y aglomeración de masas”, expone la sentencia.