"La pobreza no mejora" en Cataluña, sino que se mantiene estable en el 19,9% de la población, al tiempo que se constata un empeoramiento de las condiciones de vida en esta autonomía, según revela la encuesta de Condiciones de Vida de Idescat 2022.
Así lo destaca la Taula d'Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya, que además advierte de que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social se sitúa en el 24,7%, un punto menos que en la anterior encuesta.
Niños, mayores e inmigrantes, los más afectados
Según esta entidad, si se tienen en cuenta los siete principales componentes que miden las condiciones para tener una vida digna, en cinco de ellos existe "un incremento acentuado que muestra un empeoramiento de la precariedad".
Además, se destaca el aumento de la pobreza energética, que afecta a casi el 20% de la población catalana, y que un 35% de la ciudadanía "no puede afrontar gastos imprevistos de 800 euros".
Asimismo, entre los colectivos más afectados por la pobreza están la infancia, las personas mayores y los inmigrantes.
Dificultades para afrontar necesidades básicas
La Taula también destaca que "se vuelve a los niveles de pobreza estructural, pero se le añaden las consecuencias graves de la inflación y del incremento del precio de la energía". Y que la precariedad afecta a los hogares catalanes, que tienen dificultades para afrontar las necesidades básicas.
Así, la encuesta revela que, en 2022, el 30,9% de la población no se pudo permitir vacaciones de al menos una semana al año, lo que representó tres puntos más que el año anterior; y que el 5% de la población "no se puede permitir comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días", un punto más que en 2021.