Medio millar de agentes de los Mossos d'Esquadra han expresado su malestar con Generalitat de Cataluña reclamando mejoras laborales ante su sede en la Plaza Sant Jaume de Barcelona. Entre ellas, aumentos salariales, la reducción de su jornada laboral anual y que se les compense económicamente su disponibilidad y su trabajo en festivos.

La protesta, en la que se han visto pancartas con lemas como "es hora de cobrar", ha sido convocada por los sindicatos SAP-Fepol, SME, SICME, Seime, CCOO, AfitCMe y el colectivo MosS.O.S, pero no ha tenido el apoyo de fuerzas sindicales como USPAC y el SPC. Estos dos últimos se han justificado aduciendo que, entre otros motivos, una concentración así no puede hacerse a un mes y medio de las elecciones municipales.

Los agentes, vestidos de paisano, han hecho sonar sirenas y lanzado algunos petardos.

Horas impagadas

En declaraciones a la prensa, el portavoz de SAP-Fepol, Toni Castejón, ha indicado que su objetivo es que "de una vez" se pague a los agentes de los Mossos la retribución que les corresponde, equiparándola a otros servicios especiales de la Generalitat de Cataluña, porque siempre que se les ha exigido un plus de dedicación, como ocurrió por ejemplo en los atentados yihadistas de agosto de 2017, "nunca se ha compensado".

"Tenemos acuerdos que no se han cumplido desde el año 2008, tenemos compañeros que tienen 2.000 horas acumuladas por necesidades del servicio que no se les pueden dar ni pagar", ha afirmado. Y ha añadido que desconfían de la negociación con la Generalitat, por lo que reclaman pruebas de que habrá cambios.

Castejón denuncia que el Govern catalán ha incumplido acuerdos laborales con los Mossos firmados hace 15 años, por lo que desconfían de la negociación y por eso se han concentrado para decir "basta".

Opacidad en la negociación

Según los sindicatos convocantes, desde que en febrero de 2022 se inició la negociación colectiva en los Mossos, no les constan qué medidas propone el Govern para mejorar su situación laboral. A su juicio, no servirá de nada negociar ahora medidas relativas a permisos o vacaciones si antes no se ha llegado a ningún acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral anual, o al incremento de las retribuciones o a la compensación económica de la disponibilidad o por el trabajo en festivos.



"Queremos pruebas, no bastan las buenas palabras", ha advertido Castejón, que espera que los sindicatos que no han acudido a la protesta se acaben sumando.