La enfermera que criticaba el C1 de catalán pierde su trabajo

La enfermera del Hospital Vall d'Hebron que criticaba en TikTok el requisito de obtener "el puto C1 de catalán" para acceder a las oposiciones ha perdido su trabajo. Aunque no se han aplicado contra ella las medidas disciplinarias que se anunciaron en un primer momento, el centro sanitario ha decidido no renovar el contrato de la profesional, tal como ha avanzado VilaWeb este viernes por la tarde.

El vídeo de Begoña Suárez, una profesional sanitaria andaluza proveniente de Cádiz, alcanzó la viralidad a principios del mes de marzo y despertó reacciones negativas en redes sociales así como de instituciones como el propio Govern de la Generalitat, que acabó abriendo un expediente contra la joven. El conseller de Salut, Manel Balcells, declaró que sus palabras eran "intolerables" procediendo de una trabajadora pública y dejó claro en su cuenta de Twitter que tanto el hospital como el Departamento llegarían "hasta el fondo de la cuestión".

"Pueden darme una paliza"

"Pues resulta que se va a sacar el nivel C-1 de catalán mi madre porque yo no me voy a sacar el C-1 de catalán", afirmaba contundentemente la sanitaria en la pieza que en poco tiempo alcanzó las 700.000 visualizaciones en TikTok y las dos millones en Twitter. Sus palabras contrastaban con las de una de sus compañeras, que explicaba que se había apuntado a un curso para aprender el idioma. 

La respuesta que Suárez recibió por parte de figuras públicas como el expresidente de la Generalitat y eurodiputado Carles Puigdemont (quien tuiteó que "el odio a la lengua catalana es una constante entre muchos españoles" y que "hay un lingüicidio en marcha") provocaron que la enfermera se sintiera insegura, según informó El Mundo. "Hay gente que está muy loca y puede venir a darme una paliza. He recibido un montón de amenazas", afirmó. 

El sindicato que la criticó, sin representación

El pasado jueves se hacía público que el sindicato que pidió vetar a Suárez de Vall d'Hebron, Intersindical, ha quedado fuera del hospital, tal como ha explicado Crónica Global.

La entidad, que denunció públicamente a la joven, ha perdido los dos delegados que tenía y se ha quedado sin representación en el centro.