El equipo de Collboni analiza sus puntos débiles ante Colau
Laia Bonet reunió el miércoles a expertos en movilidad para tratar temas como las 'superillas', el tranvía o la guerra contra el coche que la alcaldesa, socia del PSC en el ayuntamiento, ha defendido
3 marzo, 2023 00:00¿Cómo marcar distancias con Ada Colau sin incurrir en contradicciones? Ese es el gran reto ante las elecciones municipales que tiene Jaume Collboni, candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona y que ha formado parte del gobierno de la líder de los comunes. La movilidad es una de las políticas de Colau más cuestionadas por sectores económicos y sociales. De ahí que los socialistas se vean obligados a afinar su discurso, que pasa por evitar el cuerpo a cuerpo con la alcaldesa, pero dejando claras las posiciones del cabeza de lista en esta materia.
Con esta finalidad, la de dotar de rigor al relato de Collboni, la teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, responsable de Transición Digital, Movilidad y Relaciones Internacionales, invitó el pasado miércoles a un grupo de expertos a participar en una reunión en la que se abordaron las polémicas superillas, el proyecto del tranvía o la guerra contra el coche de Colau. Entre los participantes estaban, entre otros, Oriol Altisench, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Cataluña, y Joan Torres, quien fue teniente de alcalde de Vía Pública en el Ayuntamiento de Barcelona, entre 1983 y 1995.
La superilla del Eixample es uno de los proyectos más controvertidos de este segundo mandato de Colau y Collboni. La peatonalización de la calle Consell de Cent ha generado intensos debates sobre la afectación, en aumento de tráfico y contaminación, de las calles colaterales. En la reunión, explican a Crónica Global algunos asistentes, se defendió el proyecto, que algunos calificaron de “éxito de futuro”, pero no como un modelo que deba generalizarse. Collboni siempre ha apostado por recuperar los interiores de manzana, en coherencia con el legado de Ildefons Cerdà.
Algo más controvertida fue la unión del tranvía por la avenida Diagonal. Como ocurre con las superillas, ambos proyectos están planteados como una forma de movilidad sostenible, argumento que Collboni y Colau comparten. Los socialistas afirman que “este proyecto es nuestro”, aunque sus opositores --principalmente Xavier Trias, exalcalde y candidato de Junts per Catalunya-- recuerdan que, en 2010, la unión del tranvía y la reforma de la Diagonal fue sometida a un referéndum que se saldó en un rotundo fracaso: solo votaron el 12% de los barceloneses y el 78% rechazaron tanto el tranvía como la reforma de la Diagonal. En aquella fecha, el alcalde era Jordi Hereu (PSC).
Guerra contra el coche
Curiosamente, así lo recordó alguien, el proyecto del tranvía fue adjudicado a TRAM, un grupo empresarial privado que está haciendo la competencia a Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que está poniendo en circulación autobuses de hidrógeno para conectar Francesc Macià y la plaza de las Glòries --el tramo que debe unir el tranvía--. El objetivo, así se comentó en la reunión organizada por Laia Bonet, es que la Diagonal pase de avenida a “paseo”.
En el rechazo de Colau a la utilización del coche, las posiciones del PSC están muy claras: la guerra se debe dirigir contra los vehículos contaminantes, no contra el uso de vehículos. Esto es, fomentar el coche eléctrico. Y, para eso, es necesario apoyar la industria de la automoción, no solo por su histórica vinculación con Barcelona, sino por la creación de puestos de trabajo.