Este jueves han declarado como testigos, a petición de la defensa de Laura Borràs, los exconsellers de Cultura de la Generalitat Ferran Mascarell y Santi Vila. Ambos coincidieron con la presidenta de Junts cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), una entidad que depende del departament que ellos dirigieron.
Mascarell, que ocupó el cargo entre 2013 y 2017, ha declarado que contrató a Borràs como "cargo de confianza" para que se pusiera al frente de la ILC. Sobre el desarrollo de un nuevo portal web para la institución, el pretexto que la presidenta de Junts usó presuntamente para favorecer a su amigo Isaías Herrero, Mascarell ha expresado que le pareció una propuesta innovadora. Según él, la directora de la ILC en aquel entonces les ofreció la herramienta que precisamente necesitaba la entidad para que “la difusión del mundo literario catalán tuviese una mayor proyección hacia afuera”. Para ello, expresó que necesitaba a alguien con habilidad en el mundo de las tecnologías.
No les constaban irregularidades
El exconseller ha insistido en que el proyecto de Borràs era un "instrumento fuerte" que incluso “incluía a los autores catalanes que escriben en castellano, de forma que la literatura catalana fuese visible en el conjunto del Estado y fuera de él”. Hasta ese momento, ha dicho, la ILC ya contaba con una web, pero que, según él, no cumplía su cometido: “No era lo que necesitábamos”.
Aunque en estos casos lo deseable, según él, es que el desarrollo de este tipo de proyectos se asuman internamente, por el CTTI, “la recomendación no quería decir que no se trabajara de la forma más eficiente y que se diera respuesta a las necesidades de aquel momento”, ha expresado disculpando la decisión de Laura Borràs de contratar a una persona externa para tal cometido. Aunque ha declarado que “todo el consejo asesor” conocía el desarrollo de esta web, desconocía los entresijos de la contratación. “Estos aspectos no se planteaban en las reuniones del consejo asesor. Hay un sistema muy reglado dentro de la Administración pública, además de interventores, pero nunca nadie me advirtió de nada que fuese incorrecto”, ha asegurado.
Se ocupaba la junta directiva
Por su parte Santi Vila ha recordado que cuando llegó al Departament de Cultura Laura Borràs ya era la directora de la ILC y que “no había problemas para mantenerla" en su puesto. Al contrario. El exconseller ha expresado que durante su mandato se había desarrollado un portal de difusión de contenidos de las letras catalanas, que cumplía con los objetivos del departament.
En la misma línea que su predecesor, Vila ha expresado que nunca nadie le trasladó que se estuviera incurriendo en irregularidades ni de que los funcionarios mostraran preocupación. A preguntas de la fiscal de si conocía la forma en la que se desarrollaba el portal y si se habían hecho contratos abiertos, menores o negociados, Vila ha asegurado “que la ILC no firmaba parte del despacho ordinario, por lo que la respuesta es no”.
"No hacíamos presupuestos"
Durante esta jornada también ha declarado Juan José Martínez, el testigo que no se presentó el lunes, y que trabajaba en la coopertiva Xarxa Integral, una de las que Herrero utilizó para cobrar facturas de la ILC. Martínez ha dejado claro que la cooperativa “no hacía presupuestos”, sino que se limitaba a facturar. No obstante, ha expresado que existía un sistema informático que se proporcionaba a los socios para que fuesen ellos mismos quienes hicieran sus facturas.