La satisfacción con el sistema sanitario crece en Madrid mientras se estanca en Cataluña, en un contexto de pandemia, antes, y de protestas del personal del sistema asistencial, ahora. Los ciudadanos de la comunidad capitalina también valoran más la coordinación entre niveles asistenciales.
Es lo que atestiguan los últimos datos disponibles del Informe anual del Sistema Nacional de Salud (SNS) del Ministerio de Sanidad y Consumo, publicado en 2022 [consultar aquí]. Según el trabajo, un 75,5% de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid opinan que la red sanitaria funciona “bien o bastante bien”. La cifra supone un crecimiento respecto a la última encuesta, que revelaba que la satisfacción se quedaba en el 68,8%.
Más que Cataluña y la media nacional
La satisfacción de los ciudadanos madrileños sobre sus ambulatorios y hospitales es importante porque es superior a la que manifiestan los catalanes y a la media nacional. En el caso catalán, el aval al sistema asistencial fue del 67,2% en 2019 y 68,8% al año siguiente. En plena pandemia, pues, Madrid sacaba siete puntos a Cataluña en valoración de su sistema sanitario.
En el conjunto de España, el aval ciudadano a la red sanitaria quedaba ligeramente por debajo (68,3%) de la de Madrid en 2019, y la brecha se ampliaba al año siguiente, con un 72,1% de buenas notas, tres puntos por debajo de la región que gobierna Isabel Díaz Ayuso (PP).
La tendencia es similar cuando se pregunta a los ciudadanos si confían en la coordinación de sus médicos de familia y especialistas hospitalarios. En 2020, últimos datos unitarios en toda España, el 50,2% de los madrileños valoraban positivamente la relación ambulatorios-hospitales.
De nuevo, la cifra capitalina quedó por encima de la percepción de los catalanes, que se quedó en el 49%, y de la media nacional, que se situaba en el 48,9%.
Vecinos: “En Cataluña, las cifras son incluso más bajas”
Preguntado por la cuestión, Albert Torrents, presidente de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Cataluña (Confavc), entidad que trata de fiscalizar las encuestas de satisfacción del sistema sanitario, ha alertado de que “las cifras son bajas en Cataluña, pero es que además el Govern las modula, con encuestas telefónicas hechas por el Departamento de Salud sin ningún tipo de control externo”.
Torrents, que participa en los consejos de dirección del CatSalut, el mascarón de proa de la consejería, argumenta que “la satisfacción en Cataluña con la sanidad es incluso más baja de la que muestran las encuestas cuyos datos se trasladan al ministerio”. Ante ello, la Confavc reclama “auditorías independientes del sistema sanitario autonómico que estén vigiladas por los actores sociales”.
Usuarios: “Las visitas telefónicas son muy nocivas”
Otra de las asociaciones que interlocutan con Salud y participan en las reuniones de dirección del CatSalut, la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad (CUS), alerta de tendencias “muy nocivas” para la satisfacción del usuario de la sanidad en Cataluña. “Las visitas telefónicas, por ejemplo, que llegaron con la pandemia y se han quedado por motivos que desconocemos”, explica una portavoz. “Es un modelo low cost que impide detectar enfermedades graves al paciente”, se queja la misma fuente.
Desde esta entidad también destacan que el sistema asistencial catalán está lastrado por la fuga de médicos --mayor en Cataluña que en Madrid, como explicó este medio--, sobre todo de familia, “que impide hacer seguimiento de pacientes a lo largo del tiempo, lo que llaman la longitudinalidad”.
En tercer lugar, desde la CUS recuerdan también que la autonomía catalana “hizo recortes muy importantes de los que aún no se ha recuperado”.