Cataluña sigue sin presupuestos. El líder del PSC, Salvador Illa, y el president de la Generalitat, Pere Aragonès, se han reunido este sábado para intentar desencallar la actual situación de las cuentas, pero tras una hora y media ambos han constatado que continúan teniendo serias diferencias. Por eso, se han emplazado a seguir negociando en los próximos días.
El encuentro ha tenido lugar en Arenys de Mar (Barcelona) y se ha iniciado sobre las siete y media de la tarde.
Diferencias notables
Tras varias semanas de conversaciones, el jefe de la oposición y el president se habían emplazado para hablar con el objetivo de tratar algunas de las cuestiones que están impidiendo desbloquear la negociación de las cuentas. Esas tienen que ver con las condiciones que los socialistas llevan exigiendo desde hace días a los republicanos y que están relacionadas con el Hard Rock, la ampliación del aeropuerto de El Prat, la infraestructura del cuarto cinturón (B-40) y Rodalies.
Hoy por hoy, los republicanos se muestran intransigentes en su negativa a la construcción de la B-40 y de la ampliación de El Prat, y exige el traspaso de Renfe. Por el contrario, se muestran ahora más flexibles sobre el Centro Recreativo y Turístico de Vila-seca y Salou, que a juicio de los socialistas catalanes "es un proyecto estratégico para el Camp de Tarragona. Un proyecto de desarrollo económico que generará más de 1.000 millones de euros de inversión y más de 13.000 puestos de trabajo y que genera consenso entre los agentes sociales y económicos, y los municipios de la zona", tal y como expresaron en un documento presentado a ERC.
Aragonès, en una encrucijada
Según ha explicado Illa este mismo sábado en declaraciones en Sant Cugat del Vallès, Aragonès tendrá muy difícil aprobar las cuentas si no acepta estas propuestas. No cabe duda de que el presidente de la Generalitat se encuentra en una encrucijada política, ya que para desencallar un acuerdo de presupuestos con los socialistas ha de flexibilizar su postura aceptando nuevas condiciones en temas sensibles como el Hard Rock, cuya aprobación es una línea roja para los comunes.
Cabe recordar que el portavoz de En Comú Podem en el Parlament, David Cid, advirtió al Govern que incluir una partida presupuestaria para el complejo turístico que reclama el PSC invalidaría el acuerdo sobre las cuentas que ERC alcanzó con los comunes a mediados de diciembre.