La atomización del independentismo ha eclipsado otra división, la del constitucionalismo catalán, que afronta las elecciones municipales absolutamente enfrentado. La aparición de nuevas formaciones como Valents y sus fichajes de cargos locales de PP y, sobre todo, de Ciudadanos (Cs), obstaculiza la estrategia de pactos entre estas formaciones conservadoras, que un día acariciaron la idea de una UPN a la catalana que permitiera a los populares y a la formación naranja remontar su negativo ciclo electoral en Cataluña.
El PSC también ha pescado en Cs --el caso de Rubén Viñuales en Tarragona es paradigmático--, pero le hace guiños en el área metropolitana en previsión de que algunas mayorías absolutas no se renueven en los comicios locales de 2023. Por su parte, los comunes han elegido a sus socios preferentes: ERC.
"No ayuda que te arrebaten dirigentes"
“No ayuda a establecer alianzas el hecho de que un partido te arrebate dirigentes locales. No vamos a dialogar con Valents”, asegura a Crónica Global un miembro de la ejecutiva de Cs. Aunque las encuestas de intención de voto descartan que este partido liderado por Eva Parera pueda obtener representación en los principales ayuntamientos, es innegable que su irrupción en la política catalana ha convulsionado a populares y Ciudadanos. El goteo de fichajes de cargos procedentes de las filas naranjas es constante, también en PP y Vox, aunque en menor medida, dando lugar a situaciones traumáticas, como la incorporación de Àngels Ribes, fundadora de Cs, en Lleida. Recientemente, la fiscalía archivó la denuncia que presentó Ciudadanos contra Ribes por supuesta malversación.
La descomposición del grupo municipal de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona ha agudizado la crisis de esta formación que, aseguran sus dirigentes, todavía tiene recorrido en el área metropolitana. Es precisamente en esta conurbación, clave en todas las elecciones catalanas, donde el PSC ha lanzado guiños a Cs ante la posibilidad de que no se logre revalidar mayorías absolutas --Santa Coloma de Gramenet, L’Hospitalet de Llobregat o Cornellà, por ejemplo--. “Siempre hemos tenido buena relación con Ciudadanos, también con el resto de partidos”, aseguran fuentes socialistas.
Los socialistas mantienen su geometría variable en materia de pactos. La formación naranja se deja querer, pero no olvida que el PSC también le ha arrebatado dirigentes como Rubén Viñuales, que será el alcaldable del PSC por Tarragona en las municipales del año que viene.
Los populares, por su parte, parecen coger fuelle en las encuestas, donde se constata el freno de Vox. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha intensificado su presencia en Cataluña con la vista puesta tanto en las elecciones municipales como en las generales. Los populares se presentan como el voto útil de un constitucionalismo que, a diferencia del socialista, no pacta con los independentistas de ERC. Que Parera asegurara el sábado que Cs y PP son partidos irrelevantes en Cataluña ha provocado malestar entre los populares, que no se cierran a acuerdos poselectorales con la formación naranja.
"Los restos de serie"
Por el contrario, ninguno de estos tres partidos liberales se compromete a formar una lista electoral. De hecho, Valents se presenta como esa UPN catalana frustrada, al llevar en sus filas a exmiembros de PP y Ciudadanos. “Llevan a los restos de serie, lo cual es preferible para nosotros”, asegura con mucha acritud un cargo del PP.
La historia entre PP y Valents también ha sido especial. Parera formó parte de las listas de los populares para las elecciones autonómicas de 2021 y obtuvo escaño. Posteriormente, tras el nacimiento de Valents, los populares pidieron a la diputada que devolviera su acta. Así lo hizo. Igualmente significativa es la incorporación al PP de Lorena Roldán, llamada a ser la sustituta de Inés Arrimadas en Cataluña.