El conseller de Interior Joan Ignasi Elena ha comparecido por petición propia en el Parlament para aclarar las causas de la destitución del comisario jefe de los Mossos d’Esquadra Josep Maria Estela. Elena ha reiterado, como ha venido haciendo en los últimos días, que la salida de Estela se debe a diferencias en el proceso de feminización del cuerpo y en modelo de dirección coral.

Elena ha expresado que es “comprensible” que la destitución de Estela  --tan solo 10 meses después de su nombramiento-- en favor del comisario Eduard Sallent pueda generar “resistencias o posiciones contrarias”, pero ha descartado con rotundidad que esta decisión signifique una “injerencia” del Departament de Interior en el cuerpo de Mossos d'Esquadra.

Potestad para nombrar y destituir

El conseller Elena se ha mantenido en que el motivo del cese de Estela ha sido por “diferencias constatadas” en lo relativo a los ritmos de feminización con respecto al nombramiento de los nuevos comisarios de los Mossos d’Esquadra y al modelo de dirección del cuerpo. Mientras él apuesta por un modelo coral, Estela optaba por una estructura piramidal que, según él “es del pasado”.

Además, ha defendido que como conseller de Interior tiene potestad para nombrar y destituir a los mandos y ha defendido que las policías tengan una “orientación política”, ya que de lo contrario podrían actuar por libre.

La orientación política de Mossos

Estela ha señalado también que desde ERC apuestan por una determinada orientación para la policía autonómica. "Un cuerpo policial tiene que estar apartado naturalmente del partidismo, pero tiene que tener necesariamente una orientación política. La apuesta por un determinado modelo de dirección es una orientación política, feminizar es una orientación política, sacar como se acordó en su día las pelotas de goma es una orientación política y cambiar los criterios de aplicación de la Ley Mordaza, respetando la ley, también lo es", ha señalado.

"El poder de la policía procede de un origen democrático que emana de la voluntad ciudadana expresada en las urnas. Es a la ciudadanía a quien los cuerpos policiales tienen que rendir cuentas, como nosotros también, y en las sociedades democráticas, el Parlament y el Govern son la mayor expresión de la voluntad ciudadana", ha añadido.

Niega injerencias

Elena ha reiterado que no permitirá injerencias políticas en los Mossos d’Esquadra ni en su operativo policial, pero ha dejado muy claro que tampoco permitirá lo contrario: que haya injerencias policiales en las responsabilidades políticas. "Si me entero de que hay injerencias políticas partidarias, (quien lo haga) será destituido por mi parte", ha prometido.

Además, ha insistido que quien tiene la "competencia absoluta" y la potestad para nombrar y destituir a los mandos policiales es el conseller de Interior, como ocurre en los cuerpos de seguridad del Estado de otros países del entorno.

Plena confianza en Sallent

Sobre el nombramiento de Sallent al frente de los Mossos d’Esquadra, el conseller ha expresado que era “necesaria para continuar avanzando en el proceso de transformación de los Mossos”. A pesar de las acusaciones contra el nuevo comisario jefe, Elena ha asegurado que tiene “plena confianza” hacia la Prefectura, actualmente integrada por el comisario jefe Eduard Sallent, la intendente Rosa Bosch y la inspectora Montserrat Escudé.

"Tienen todo mi apoyo y reconocimiento a la labor que han hecho hasta ahora y a la que harán a partir de ahora", ha subrayado Elena, que ha pedido que no se ponga en duda "la honorabilidad y la profesionalidad" de nadie y que no ha mencionado la posibilidad de abrir un a comisión de investigación, como pedía la oposición, para despejar las dudas de si hubo injerencias por parte de la cúpula en algunas investigaciones policiales.

"No he venido para apoltronarme"

"La decisión era necesaria, hacía falta un relevo para avanzar hacia la línea que me gustaría para los Mossos d'Esquadra", ha afirmado. "Hemos venido a transformar las políticas de seguridad. He aceptado el cargo para cambiar cosas, no para apalancarme o apoltronarme en un cargo. No entiendo la política de otra manera", ha zanjado.