El primer frente del Govern monocolor de Pere Aragonès no ha tardado en llegar. Y lo hace, de nuevo, por parte de unos sindicatos educativos que amenazan con nuevas movilizaciones si el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, no cumple lo prometido en el acuerdo que paralizó las huelgas de profesores en el inicio de curso el pasado septiembre.
Es cierto que el consejero dio respuesta a una de las principales reivindicaciones de la parte social en relación a la reducción de la hora lectiva en primaria y secundaria para el 1 de enero de 2023. Pero no era la única reclamación que hacían. De hecho, ése solo era el primer paso para lograr el resto que siguen encima de la mesa.
Economía, en manos de ERC
Mes y medio más tarde de esa reunión que selló --por entonces-- la paz, los sindicatos consideran que ha llegado el momento de que el conseller tome las riendas y se siente a negociar los reclamos pendientes. Pero avisan: ya no hay excusa para escudarse en la falta de recursos. Y es que cabe recordar que, hoy por hoy, la Conselleria de Economía está en manos de ERC y no de Junts, tras su salida del Govern.
"Ahora no pueden poner como excusa que tienen el impedimento de Junts para llevar a cabo alguna de las medidas", asegura Iolanda Segura, portavoz de Ustec, en declaraciones a Crónica Global. Por eso, no es casualidad que la parte social esté amenazando con nuevas movilizaciones en un momento clave de la legislatura, cuando los partidos negocian los presupuestos para 2023. "Ahora los republicanos tienen en sus manos acoger nuestras demandas", dice Jesús Martín, de UGT Cataluña.
Los profesores presionan a PSC y comunes
Pero el Govern de ERC no puede hacerlo solo con sus 33 diputados. Por eso, tal y como han explicado a este medio, se están reuniendo con las distintas formaciones en el Parlament para "apretarles" con que den su brazo a torcer con las cuentas y que incluyan sus reivindicaciones. PSC y En Comú Podem son los que podrían cambiar el panorama derrotista de la comunidad educativa: "ERC tiene que buscar una mayoría alternativa con el antiguo tripartito. Es decir, PSC y comunes, que son sensibles a nuestras reivindicaciones", espetan.
"Es el momento de apretar, de exigir y de ver lealtades. Queremos que en los próximos presupuestos haya algún acuerdo y que todo lo que queda pendiente no se eternice", añade Carles Viñallonga, de Usoc.
Movilizaciones antes de Navidad
Sin embargo, los sindicatos no son optimistas. La experiencia con Cambray les dice que no será fácil alcanzar acuerdos y que "cumpla lo prometido". De hecho, las primeras reuniones con el Departamento de Educación no están siendo tan fructíferas como esperaban. De nuevo, el Govern argumenta que "no hay presupuesto" para llevar a cabo lo firmado: la equiparación salarial del profesorado de Formación Profesional (FP) y la estabilidad del personal interino, entre otras cosas.
Así pues, hasta ahora, los encuentros han sido "una pérdida de tiempo" que les devuelve al punto de partida, agrega Viñallonga. En la misma línea se pronuncia Marga Romartínez, de CCOO Cataluña, quien ve "falta de voluntad" de la Conselleria.
Las municipales a la vuelta de la esquina
Ante este panorama, advierten de que si todas las respuestas van por ese camino no les temblará el pulso para salir a la calle o ir a huelga antes de Navidad. De hecho, como ha podido saber este medio, todos los sindicatos se han citado este viernes para valorar los pasos a seguir si, en las próximas reuniones --previstas para el lunes y miércoles de la semana que viene-- el Departamento no muestra una mínima intención de avanzar en las negociaciones.
Con todo, Cambray sólo tiene una salida para aplacar a la comunidad educativa: hacer lo que prometió. Si no, los maestros volverán a salir a las calles meses antes de unas elecciones municipales que podrían volvérsele en contra y que irán seguidas de unos comicios autonómicos. "ERC no está en posición de tomarnos el pelo", avisan.