La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha añadido más presión al independentismo catalán y amaga con concurrir a las próximas elecciones autonómicas. La presienta de la entidad secesionista, Dolors Feliu, ha amenazado a ERC y JxCat en “impulsar una lista cívica” que sí avance de forma firme hacia la independencia catalana, el único objetivo que contempla para la estrategia política que se debe aplicar en la región.
También ha cargado las tintas contra el presidente catalán, Pere Aragonès, cuyo entorno ha confirmado que no asistirá a la manifestación en la Diada que organiza la ANC. Para Feliu, este desplante --todos los presidentes catalanes han participado en el acto desde 2016--.
“Prefiere hacerse la foto en Madrid” junto a Pedro Sánchez y el Gobierno central pero “no con la ciudadanía de Cataluña”, ha declarado Feliu en Rac1. La líder de la entidad no contempla que alguien que se considere ciudadano catalán no participe en la manifestación para exigir la independencia sin demora.
Marcha sin consenso
Según la presidenta de la ANC, es resulta “totalmente contradictorio” que el presidente catalán haya optado por no repetir el espectáculo de la Diada de 2021. Es decir, recibir un abucheo sonoro por parte del resto de los asistentes, una cifra cada vez menos y que se limita a la parte más radical e irredenta del independentismo catalán. Ni siquiera existe consenso en la CUP para unirse a la protesta en la calle.
De forma oficial, el presidente catalán ha alegado que no se puede sumar a la marcha tal y como se ha planteado este año. Recuerda que se trata de una movilización contra el papel de los partidos independentistas y el Govern y que “profundiza en las divergencias independentistas”.
Quién irá a la lista
"Si los partidos no reaccionan, no penséis que estaremos siempre ligados a votos cautivos, sino que hay mucho grueso independentista, se pueden hacer otras opciones y nos moveremos", ha advertido la presidenta de la ANC. Ha avanzado que los dirigentes de la Asamblea no formarían parte de la “lista cívica” que aspira a dar forma como protesta. Tampoco ha avanzado nombres de los que estarían dispuestos a dar el paso.
Cabe recordar que la organización independentista ha sido la escuela de algunos líderes políticos de los últimos años. Propició que Carme Forcadell recuperase su protagonismo político en ERC, el partido en el que militaba y que representó en el pleno del Ayuntamiento de Sabadell. También ha salido de sus filas Joan Canadell, expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y actual diputado raso de JxCat, entre otros.
Pérdida de influencia
Tuvo durante años, en las presidencias de Forcadell y Jordi Sànchez, mucha incidencia en el Gobierno de la Generalitat y jugó un papel clave en el intento de ruptura unilateral en 2017. De hecho, el también exsecretario general de JxCat acabó en la cárcel por la organización del referéndum ilegalizado del 1-O. Con todo, en las últimas legislaturas ha perdido tanto esta incidencia como la capacidad de movilización.
Ahora sus dirigentes están centrados en organizar su principal acto anual, la manifestación del 11 de septiembre. Se trata de una marcha en la que mostrará el músculo que le queda. Y lo hará sin el presidente catalán allí.