La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado este martes que convocará un referéndum "consultivo" sobre la independencia de esta región británica el 19 de octubre de 2023.
En un discurso ante el Parlamento autónomo de Holyrood, Sturgeon ha asegurado que la votación debe ser "legal" y "constitucional", y en la misma planteará a los votantes la misma pregunta que ya se les hizo en el celebrado en 2014: "¿Debe Escocia ser un país independiente?". Ese año, el 55 % de los votantes rechazaron separarse del Reino Unido, frente a un 45 % que apoyó la secesión.
Esta vez, el referéndum tendrá carácter de "consultivo", por lo que la consulta no sería vinculante. No obstante, Sturgeon ha apuntado que si el referéndum no se acuerda con Londres y el gobierno de Boris Johnson lo bloqueara, convocaría elecciones generales y las interpretaría en clave de plebiscito, atendiendo a los resultados de su partido, el independentistas Scottish National Party (SNP).
El 'procés' como ejemplo a no seguir
La demanda de llevar a cabo otro referéndum de este tipo ha sido recurrente por parte del Ejecutivo nacionalista escocés en los últimos años. Su primera ministra, no obstante, vuelve a incidir esta vez en la necesidad de que la consulta sea legal y pactada. Algo que ya ocurrió a finales de enero de 2020, cuando Sturgeon expresó su rechazo a la unilateralidad y a un referéndum ilegal como el impulsado por los mandatarios de la Generalitat el 1 de octubre de 2017: "Cataluña es la prueba de que si el proceso no tiene legitimidad y legalidad no puede conducir a la independencia", dijo en aquella ocasión.