El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, volvió a recibir este jueves el apoyo entusiasta de los dos partidos del Govern --JxCat y ERC--, así como de la CUP y de En Comú Podem, después de presentar en el Parlament su informe anual correspondiente a 2021, en el cual ha vuelto a criticar, de nuevo, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a impartir al menos un 25% de las clases en castellano en el sistema educativo de la Generalitat, y se ha mostrado "indignado" de que algunos dirigentes del procés secesionista tengan que rendir cuentas de sus actos ante la justicia.
Con su mandato caducado, y tras casi 18 años en el cargo, el equivalente al defensor del pueblo autonómico ha recibido al acabar su intervención en la Cámara catalana el aplauso de los dirigentes de la Generalitat, de los diputados de los comunes y de la CUP, que le han despedido poniéndose en pie como muestra de agradecimiento a su labor.
Ribó ha alardeado de que en 2021 aumentó su número de informes al Parlament, y de que --según él-- se ha acortado el periodo de respuesta a las quejas. Unas quejas ciudadanas que han batido récords, pues según sus cifras el año pasado ascendieron a 12.000, con cerca de 25.000 expedientes, lo cual supone un 14% más que en 2020.
Considera "un tesoro" la inmersión monolingüe en catalán
Como de costumbre, parte del discurso del Síndic se ha alineado con los postulados del nacionalismo gobernante en Cataluña. Así, otra vez, ha vuelto a salir en defensa de la inmersión lingüística monolingüe obligatoria en catalán impuesta por la Generalitat en las tres últimas décadas, criticando la sentencia firme del TSJC que insta a impartir al menos un 25% de clases en castellano. Algo que, en opinión de Ribó, es excesivo e interfiere en el marco jurídico vigente. Así, ha rechazado de plano que se establezcan porcentajes para permitir el bilingüismo en las aulas y ha elogiado el actual modelo monolingüe en catalán, que a su modo de ver "un tesoro y si lo malmetemos será un error monumental".
Además de eso, el dirigente nacionalista considera que "no es normal y es indignante que haya cargos públicos con causas pendientes ante los tribunales", en alusión a los políticos secesionistas que impulsaron el referéndum unilateral e ilegal de secesión del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña del 27 de octumbre de 2017. En este sentido, ha cargado contra el Tribunal Supremo por admitir los recursos contra los indultos a los dirigentes del procés.
Sobre otras cuestiones, el Síndic Ribó ha insistido en la necesidad de desplegar el plan integral para la asistencia primaria; ha advertido de la existencia de "desigualdad en el acceso a una educación de calidad" en Cataluña; del aumento de la tasa de riesgo de exclusión social y de la pobreza; y ha instado a cambiar el modelo de atención a la tercera edad y concienciar sobre la preservación del medio ambiente.
Críticas de la oposición
La afinidad del Síndic al nacionalismo ha propiciado las críticas de la oposición parlamentaria. Así, desde el PSC, su diputado Òscar Aparicio ha acusado a Ribó de actuar con sesgo en las cuestiones relacionadas con el proceso secesionista, y ha sostenido que su sucesora en el cargo se enfrentará al reto de prestigiar la Sindicatura tras sus casi 18 años de mandato: "Se ha encerrado en sí mismo. Usted ha estado en el centro cuando quien debía estar en el centro era el ciudadano".
Desde Ciutadans (Cs), Nacho Martín Blanco ha denunciado que el Síndic se haya alineado de forma tan clara con el secesionismo gobernante en la Generalitat y le ha reprochado no haber alertado de agresiones a entidades constitucionalistas ni velado por que los niños puedan estudiar en castellano en Cataluña ante el "clima de señalamiento a cualquiera que se atreva a cuestionar ese régimen opresivo de mal llamada inmersión lingüística".
Reproches por su "servilismo" y alto sueldo
Lorena Roldán, del PP, ha señalado que los catalanes constitucionalistas acuden al Defensor del Pueblo en lugar del Síndic porque sus informes le han hecho perder credibilidad, y ha criticado que el de 2021 afirme textualmente que solo ocho familias pidieran más clases en castellano: "Ya se encarga el separatismo más radical de intentar silenciar a estas familias que se atreven a denunciar".
Por su parte, el diputado de Vox Sergio Macián ha criticado que el sueldo de Ribó sea superior al del presidente del Gobierno central --percibe 129.373 euros anuales, casi 50.000 más que Pedro Sánchez--, y ha deplorado que durante su mandato de casi 18 años han habido cinco defensores del pueblo español. Y le ha acusado de "servilismo al poder político dominante" durante su mandato.
Complicidad del independentismo
En cambio, el secretario tercero de la mesa y diputado de la CUP, Carles Riera, ha felicitado a Ribó por su trabajo "reactivo y proactivo", con una mención especial al mecanismo para la "prevención de la tortura", aunque ha matizado las discrepancias de su partido sobre el presupuesto de la Sindicatura y el pacto contra la segregación, que considera poco útil.
El diputado de JxCat Joaquim Jubert ha destacado el respeto institucional de la Generalitat al Síndic de Greuges, ya que a en su opinión "da buena respuesta" a sus propuestas tras las quejas de los ciudadanos. Y ha aprovechado la ocasión para quejarse de la supuesta infrafinanciación del Estado, que según el mandatario posconvergente supone un obstáculo para resolver los problemas de la ciudadanía.
Desde ERC, Najat Driouech también se ha mostrado de acuerdo con las conclusiones del informe sobre reforzar la sanidad pública, y también sobre el incremento del parque público de vivienda: "Tenemos mucho trabajo que hacer y es un reto urgente", ha reconocido la diputada.
Los 'comuns' ven "muy útil" su informe
Por su parte, el diputado de En Comú Podem Joan Carles Gallego ha agradecido a Ribó la elaboración de un informe "muy útil", ya que considera que da herramientas a los grupos parlamentarios para reclamarle al Govern respuestas para solucionar problemas, y ha puesto en valor que hayan incrementado en número las quejas, porque cree que eso demuestra una toma de conciencia de los ciudadanos de sus derechos.
Al terminar las intervenciones de los grupos, la presidenta del Parlament, Laura Borràs (JxCat), se ha dirigido a Ribó y a su equipo antes de dar por cerrado el debate: "Me complace mucho agradecerle la labor que ha hecho a lo largo de estos años, felicitarle y desearle toda la suerte en el futuro". Tras ello, los diputados de ERC, JxCat, CUP y En Comú Podem le han aplaudido de pie en el hemiciclo.