La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha señalado cuál será la base ideológica de la tercera campaña que encabezará en nombre de los comunes en Barcelona. La activista ha cargado contra las “élites” y los “lobis económicos” que, según manifiesta, “no aceptan límites” y se han convertido en su “principal oposición” en la ciudad. Incluso pone nombres y apellidos a su rival más persistente: Foment del Treball.
La patronal liderada por Josep Sánchez Llibre es la que ha llevado a los tribunales proyectos estrella para su formación como son la reforma de Vía Laietana o la extensión de las súperillas, ya que la iniciativa final dista de la pactada en un primer momento, además de estudiar y divulgar los efectos reales sobre la ciudad, también en el plano económico, del llamado urbanismo táctico. Iniciativas que han levantado polvareda y han generado malestar porque se han aplicado de forma unilateral, sin un debate abierto que aceptara cambios a sus planteamientos iniciales.
Resoluciones después de las municipales
A pesar de las primeras victorias judiciales de los comunes, ya que se han rechazado las medidas cautelares solicitadas por los denunciantes (básicamente, parar las construcciones), las causas abiertas dejan el futuro de los proyectos en el aire. Cualquier fallo burocrático en su tramitación pueden invalidarlos.
Con todo, las resoluciones de los tribunales no se darán en el corto plazo. Es posible que lleguen después de las elecciones municipales de 2023, por lo que se pueden convertir en tema de debate político sin tener una incidencia real en los comicios.
Querellas contra políticos
Otra cosa son las querellas individuales contra ella y otros políticos de los comunes, que Colau tilda de “estímulo para continuar” por el mismo camino.
Entre otras, se investiga las ayudas que el ayuntamiento ha otorgado a entidades afines a los comunes y decisiones concretas, la mayoría vinculadas a temas urbanísticos. La teniente de alcalde de este ámbito, Janet Sanz, declaró en marzo por el caso Buenos Aires y la fiscalía ha pedido responsabilidades al concejal de Ecologismo, Eloi Badia, por las emisiones contaminantes de la incineradora de residuos Tersa, entre otras cuestiones.
Perpetuarse en la política
En cuanto a la decisión de optar a un tercer mandato, que será de carácter extraordinario ya que el límite de su partido es de dos, defiende que “no supone perpetuarse en la política”. “Perpetuarse es lo que hacen los que llevan décadas en activo y no conocen otro trabajo”, ha manifestado en la misma entrevista a El Periódico.
Asimismo, ha repetido que en la última legislatura “han pasado muchas cosas excepcionales que han retrasado algunas políticas de ciudad”. Entre ellas, la pandemia.
Perfil personal reivindicado
Afirma que tras siete años como alcaldesa, aún hay personas que la tratan “como a una intrusa” y “se permiten comentarios machistas”. Aunque, a renglón seguido, asegura que huye del relato “victimista”.
Se reivindica como la primera alcaldesa de Barcelona mujer, de familia trabajadora, sin contactos “con la élite” y con una trayectoria activista. Ese será el perfil que intentará marcar en una precampaña que ya está en marcha y en que no parte precisamente como la favorita de la ciudadanía, tal y como indican las primeras encuestas publicadas.