El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha salido al rescate del conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray. Y lo hace pidiendo a los sindicatos educativos que "se sienten a negociar" para "llegar a un acuerdo que mejore el sistema de educación público de Cataluña".
Poco se ha posicionado hasta ahora el presidente del Ejecutivo autonómico, que consideraba que era Cambray quien debía llevar las negociaciones del conflicto laboral que ha puesto en pie de guerra a toda la comunidad educativa. Sin embargo, tras constatar "el malestar" del profesorado, ha pedido "diálogo" para llegar a un entendimiento.
Defiende su gestión
En una rueda de prensa tras el consell executiu, Aragonès ha asegurado que "algunas reivindicaciones laborales" de los profesores son "legítimas e, incluso, compartidas". Sin embargo, ha vuelto a sacar pecho de su gestión y a afirmar que su gobierno ha invertido más que nunca en educación. "Nunca se ha invertido tanto en educación como en los presupuestos de 2022".
Aunque pide "seguir negociando" con los sindicatos, no ha dejado de recordar que las decisiones tomadas por el Govern son buenas para los alumnos catalanes. Entre ellas, el nuevo el calendario escolar que avanza la vuelta a las aulas para el 5 de septiembre en Infantil y Primaria, y para el 7 en Secundaria y Bachillerato.
Los sindicatos exigen propuestas
"Queda mucho camino por recorrer y lo haremos", ha manifestado, tras poner en valor "el trabajo hecho". Entre las nuevas medidas, ha destacado que, a partir del próximo curso, "por primera vez, ninguna escuela que segregue por sexo recibirá financiación pública", así como la gratuidad de las guarderías públicas. "Una medida histórica, revolucionaria y transformadora que garantiza la equidad educativa".
Está por ver si los sindicatos dan su brazo a torcer ante un Departamento de Educación que no les presenta "una propuesta clara" y que no prevé mejorar sus condiciones laborales hasta, como mínimo, en 2024.