El malestar en la comunidad educativa crece tras el primer día de huelga. Y es que el enfado de los profesores con el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, es tan grande que se plantean no iniciar el próximo curso escolar. Es decir, convocar otro parón y mantener las aulas cerradas a principios de septiembre, cuando los alumnos deberían volver de sus vacaciones de verano. Así pues, los colegios no abrirían sus puertas ni el 5 de septiembre en Infantil y Primaria, ni el 7 en Secundaria y Bachillerato.
Es una de las medidas de presión que barajan desde los sindicatos educativos si el titular de Educación sigue en la senda de no dialogar. De hecho, este martes, coincidiendo con el primer día del paro --que consideran "un éxito" con 22.000 personas, según cifras de la Guardia Urbana--, el conseller convocó al comité de huelga a una reunión que apenas duró 15 minutos. Un encuentro en el que Cambray, lejos de ceder, ha insistido en que la medida de volver antes a la escuela es positiva para familias y alumnos.
Crece la indignación
Esto ha hecho crecer la "indignación" de unos docentes que están dispuestos a "llegar a donde haga falta" para que el consejero no solo rectifique en su calendario y currículum para el próximo curso, sino que "negocie el resto de reivindicaciones" que les han llevado a la huelga. Equiparación salarial, una FP pública de calidad, estabilización del personal interino y laboral y reversión de los recortes, entre otras.
En declaraciones a Crónica Global, los representantes sindicales lamentan que Cambray siga manteniendo una “postura inflexible” y negándose a “sentarse” con la comunidad educativa. “No se nos puede tomar el pelo, queremos propuestas encima de la mesa”, dicen desde UGT.
Más demostraciones de fuerza
Consideran que Cambray “no es consciente de la gravedad de la situación” y de cómo el colectivo de la enseñanza está “harto de sus imposiciones”. De hecho, si no da marcha atrás, harán “otra demostración de fuerza” que se traducirá en más huelgas para este miércoles y los días 17, 29 y 30 de marzo, y con otras posibles convocatorias para los siguientes meses.
Pero también se barajan algunas alternativas impulsadas por profesores de zonas como el Baix Penedès. Una de ellas, la de no registrar las notas de la segunda evaluación ni entregar informes de calificaciones. Aunque esta fórmula no cuenta con el apoyo de los sindicatos porque podría suponer la apertura de un expediente, sí que se plantean hacer otra huelga coincidiendo con esos días. Convocar un parón es la única manera legal para no arriesgarse a una sanción.
Reunión del Consejo Escolar
Aun así, esperan que Cambray “reflexione” durante las siguientes semanas. Un conseller que "está debilitado", según han explicado fuentes sindicales a este medio, y a quien ya no se le considera “un interlocutor válido”. Por ello, reclaman al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que se haga cargo de la negociación ante la “incapacidad de su consejero de defender al sector al que representa”.
Este miércoles está prevista una nueva concentración que arrancará en la estación de Sants y llegará hasta la Fira de Barcelona, donde se estará celebrando la primera jornada del Salón de la Enseñanza. Por otro lado, el próximo 21 de marzo se producirá una reunión del Consejo Escolar de Cataluña, donde se espera que éste sea uno de los puntos del día. Hoy por hoy, "la pelota está en el tejado de la Administración", aseguran.