Rubén Guijarro (Barcelona, 1982) ha cumplido sus primeros cien días como alcalde de Badalona. Accedió al cargo tras prosperar una moción de censura contra su predecesor, Xavier García Albiol, implicado en los papeles de Pandora. "Debió dimitir", asegura el socialista en una entrevista con Crónica Global. Tras una etapa de inestabilidad, Guijarro cree que se abre un nuevo horizonte para que la ciudad recupere su liderazgo, con la vista puesta en proyectos como el hub biomédico de Can Ruti o el canal navegable del Gorg.
--Pregunta: ¿Qué balance hace de sus cien días de gobierno?
--Respuesta: Cien días de alcaldía, cien días de gobierno. Satisfacción, responsabilidad y muchas ganas ante el reto que supone sacar a Badalona de la situación en que lamentablemente se encontraba. Cien días en la búsqueda de tres objetivos fundamentales. Volver a situar a Badalona en el mapa, volver a tender puentes institucionales. La visita de dos ministras del Gobierno de España, de un director general, de dos consejeros de la Generalitat y del presidente Aragonès, genera satisfacción. El segundo era situar a las personas en el centro de las políticas municipales. Veníamos de una etapa de vaivenes políticos, de situar a nuestra ciudad en el foco mediático por temas ajenos, espectáculos que dañaban la imagen de nuestra ciudad y generaban inestabilidad. Dar calma y recuperar el orgullo de ciudad es un objetivo. Ser conocidos por las cosas buenas. Y un tercer eje es la ilusión, el optimismo, el futuro, recuperar el liderazgo que tuvo Badalona en los noventa. Me veo con muchos vecinos y me trasladan su deseo de diálogo, de dejar las peleas, de seguir trabajando.
--Es alcalde tras descubrirse la implicación de Albiol en los llamados ‘papeles de Pandora’. ¿Fue un punto de inflexión?
--La ciudadanía de Badalona muestra hartazgo por estar en el foco mediático por temas que no tienen nada que ver con su día a día, sino con el personalismo de sus cargos públicos. El caso de los papeles de Pandora es fragrante. No hay nada personal con el anterior alcalde, pero hay que estar a la altura de la institución. No solo por aparecer en los papeles, ser apoderado de una empresa erradicada en un paraíso fiscal, sino por el atrincheramiento en la mentira. Primero negó su implicación, pero hay documentos que lo atestiguan. Luego dijo que era una sociedad de unos conocidos que querían hacer negocio, que no tenían nada que ver con el PP, pero su número dos, Ramón Riera, también estaba implicado. Y luego, que nunca hubo transacción económica, cuando se ha demostrado la compraventa de acciones de una mercantil naval. Ante todo esto, lo más sensato y honrado y que demostraría amor a la ciudad y a la institución, era una dimisión. Le dimos la oportunidad durante muchos días, pero no lo hizo, atrincherándose en la mentira y la silla. Poner sus intereses personales por encima de su ciudad es algo que un servidor público nunca puede hacer, bajo ningún concepto. Era el momento de romper con esa etapa que nos ha avergonzado como ciudad y abrir un nuevo horizonte para que Badalona recupere su liderazgo, que recupere su optimismo.
--Asegura que una ciudad importante como Badalona no estaba en el mapa. ¿Cómo se había llegado a esa situación?
--Albiol aseguraba que, precisamente por poner el foco en la inseguridad o en la inmigración, los ciudadanos de Badalona estaban con él.
--Nuestra ciudad necesita de proyectos sólidos y de afianzar su imagen en el interior y el exterior. Nadie entiende que la primera autoridad de una ciudad se dedique precisamente a hablar mal de su propia ciudad. Es algo de sentido común. Eso no significa que no haya problemas en la ciudad, que hay que acometer. Hablabas de la seguridad. Es verdad que los vecinos demandan una ciudad más segura, más limpia y mejor mantenida. Y yo también la reclamo como alcalde, trabajo cada día en ello. Pero además de hablar, hay que hacer. Los índices de inseguridad, lo dicen los datos de la Generalitat y del Ministerio del Interior, no difieren tanto de los municipios metropolitanos. Pero hay que trabajar en ello. El anterior alcalde hablaba de problemas de inseguridad, pero a la vez convierte a Badalona en la única ciudad del área metropolitana que no es capaz de hacer nuevas plazas de Guardia Urbana. Nosotros hemos decidido implementar cámaras de videovigilancia en las calles en los puntos conflictivos para mejorar la seguridad de nuestros vecinos. Sobre limpieza, si en 19 meses se te caduca la contrata de limpieza y ni siquiera redactas los pliegos técnicos para promoverla, pues hablarás de limpieza, pero no haces nada. El martes próximo presentaremos los presupuestos para 2022, mientras que el anterior gobierno no los presentó ni para 2020 ni 2021. Nosotros, en cien días, tendremos propuesta de presupuesto. La política municipal no es solo hablar, sino interactuar con los vecinos y vecinas. Y captar talento e inversión para una ciudad magnífica.
--Guanyem y PP afirman que no apoyarán los presupuestos.
--Yo soy optimista. Me cuesta mucho entender por qué estos presupuestos de la recuperación no salen adelante. Nos jugamos cien millones de euros. Es el presupuesto que tiene que afianzar el plan de recuperación económica de la ciudad. Éramos la única ciudad del área metropolitana que no tenía presupuesto. Esto es lo que nos piden nuestros vecinos, apoyar a los sectores que peor lo han pasado. Pero es que además, se van a financiar 41 millones de euros que proceden del presupuesto de inversiones que se aprobó en abril de 2021 y que nuestro grupo trabajó con el anterior gobierno. ¿Qué explicación tienes para rechazar una inversión que votaste a favor? ¿Alguien lo va a entender?
--¿Ha arrancado la campaña de las municipales, pues?
--La coherencia es importante. Yo no puedo votar a favor de proyectos que luego no quiero financiar. Eso significa que el canal del Gorg, que lleva 20 años esperando, no se construya. Que la ciudad no tenga dos colegios nuevos. La piscina municipal de 50 metros, tan anunciada por el anterior alcalde. ¿Votará en contra? El presupuesto de 2022 no debe mirarse ni con una óptica partidista ni de sillas ni pensando en las futuras elecciones. Pido a la oposición que tenga altura de miras.
--¿Esperaba que sus ‘socios’ de moción de censura rompieran el acuerdo tan pronto?
--Mi principal preocupación es atender las necesidades de la ciudadanía. Los doce concejales y concejalas que componen el gobierno van a la una. Tenemos un proyecto sólido. A partir de aquí, la oposición decide de la mejor manera. Guanyem era una formación con un papel clave en la gobernabilidad, pero ellos deben decir cuál es el papel que quieren llevar. Hemos estado hablando de presupuestos, hicieron propuestas y están recogidas. El PP ni siquiera se conectó a la presentación que se hizo por vía telemática. No les ha interesado. Me extraña que no tengan ni una sola propuesta.
--¿Hay algún proyecto que le gustaría impulsar, pero que necesita de un tiempo superior al año y pico que queda para las elecciones?
--Pues precisamente poder hacer de Badalona ese polo de atracción de talento y valor añadido que queremos impulsar. Importantísimo, el hub biomédico de Can Ruti. Estamos trabajando con el área metropolitana desde el mes pasado. Queremos hacer planteamiento urbanístico en la zona de los polígonos. Y si finalmente viene el hub audiovisual, seremos un referente. Veo la imagen de la Badalona que cuida, que investiga, que hace deporte, que es saludable, de la sanidad, de la cultura…
--¿Qué sinergias con Barcelona, dada la gran proximidad?
--Compartimos vecindad. La capitalidad de Barcelona atrae por si misma. Como ciudad limítrofe debemos estar preparados para esas sinergias. En una reciente visita con la ministra de Vivienda a Marina Badalona hablamos del futuro convenio con Adif para hacer el canal. Fui a caminar por el entorno, una pareja de vecinos de la calle Santaló de Barcelona me preguntó por la promoción, les informé y les encantó. Somos una ciudad magnífica. Y tenemos que procurar que los que vengan a vivir aquí se queden. Mi hijo tiene cinco años y me gustaría trabajar y vivir aquí. Debemos preparar la ciudad para eso. Trabajamos en un eje universitario, aprovechar la sinergia de Can Ruti para acoger estudios de enfermería.
--Se le ha echado en cara ser un candidato poco conocido, que necesita una labor de promoción.
--La gente me conoce mucho más, podemos interlocutar. Cuando podemos hablar, se llevan una buena opinión de su alcalde, que apuesta por el diálogo. Agradezco las muestras de cariño. También creo que, de forma equivocada, los políticos vivimos obsesionados en cuánto nos quiere la gente. Y me gusta pensar que lo importante es que ellos sepan lo mucho que les quiero yo. No duermo mucho, no lo hago desde que era joven. Y cuando me voy a la cama, pienso en lo que he hecho para que los ciudadanos se sientan orgullosos.
--Duerme poco, pero ¿qué le quita el sueño?
--Me preocupa la gente que peor lo pasa. Vamos a trabajar duro para que esto no sea así. Vamos a anunciar la contratación de personal para servicios sociales. Pienso en la gente que peor lo ha pasado en la pandemia, los hosteleros, el ocio nocturno, la gente que no tiene trabajo. Abriremos una línea de subvención de un millón de euros para que las empresas contraten de forma indefinida a personas de nuestra ciudad. Hemos firmado un contrato con el nuevo hotel que habrá en Marina Badalona, en la zona del puerto, para que contraten a 40 personas para su puesta en marcha en abril. Pueden llegar a 60.
--Recientemente tuvo lugar el desalojo de una nave ocupada. Hubo momentos de tensión. ¿Cómo está la situación?
--Tenemos un problema grave de vivienda y de condiciones de vida de las personas que no tienen donde vivir. Las condiciones de esa nave tampoco eran dignas para vivir. Es un problema que las administraciones locales, solamente, no podemos resolver. Del centenar de personas desalojadas, hemos podido alojar a unas cuarenta y buscamos fórmulas de inserción laboral. El resto se han buscado la vida. Hace un año, hubo un incendio en otra nave con un centenar de desalojos. La ley nos obliga a atender la emergencia. El gobierno anterior también alojó a los supervivientes de aquel incendio, les tuvo alojados por un coste de 1,1 millón de euros. Nadie dijo nada. Porque estamos obligados legal y moralmente. Lo que no puede ser es atender esa emergencia, gastar ese dinero cuando estás en el gobierno, y decir ahora que, con menos personas y tiempo, gastamos dinero en delincuentes. Pido a las entidades supramunicipales que estén atentas a estas problemáticas.