Pere Aragonès ha hecho un llamamiento a "recoser" la unidad independentista y a superar los reproches "que no suman". Lo ha expresado en una conferencia donde ha hecho balance del primer aniversario de las elecciones del 14F, que le permitieron gobernar, y con un gran ausente, la CUP, que visualizaba así su desmarque de la estrategia de diálogo que defiende el presidente de la Generalitat y en plena polémica por el caso Juvillà. Un caso que también ha fraccionado a los socios del Govern, ERC y Junts per Catalunya, enzarzados en un cruce de reproches por la inhabilitación del diputado cupaire Pau Juvillà y enfrentados por la decisión de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, de manifestarse en la avenida Meridiana a modo de protesta con el Govern.
En este escenario de fractura del 52% independentista ha tenido lugar el acto de Aragonès en la sala oval del MNAC, coincidiendo con “el primer aniversario de la mayor victoria independentista” en las elecciones autonómicas del 14F. El lema, repetido y visible en el atril, ha sido Avancem. Inevitable rememorar el movimiento disidente creado por díscolos del PSC y liderado por el hoy consejero de Interior, Joan Ignasi Elena.
El republicano ha reiterado su compromiso con la autodeterminación y la solución del conflicto que, admite, sigue bloqueado. Por ello, ha advertido al Gobierno de que "si opta por el inmovilismo, abre la puerta a la extrema derecha y eso no será culpa del independentismo. El Gobierno debe ser valiente, debe dejar de ser unilateral y afrontar en la mesa de diálogo el gran reto que tiene pendiente. Si se niega ¿qué mensaje lanza?".
Grandes consensos
Aragonès no está dispuesto a "abandonar la bandera del diálogo y la negociación. Para conseguir la independencia, tarde o temprano, hay que pasar por ese proceso". "Pero si no avanza la negociación, si descarrila, no nos quedaremos de brazos cruzados. Hay que activar todos los mecanismos, para forzar al Estado a moverse", ha añadido.
Con esa finalidad, se ha referido a los grandes consensos que genera que Cataluña es una nación, así como la reivindicación de la amnistía y la autodeterminación. Por ello, ha anunciado que iniciará una ronda de contactos con agentes sociales y económicos. "Me reuniré con todo el mundo que comparte esos consensos, para traducirlos en políticas concretas", ha dicho el president, que cuenta con la movilización ciudadana y con unas elecciones municipales donde se visualicen esos grandes acuerdos. "Hay que recoser el independentismo, a todos nos toca estar a la altura. Yo el primero. Hay que acabar con los tacticismos y los reproches. Hay que rehacer las confianzas. Sin héroes ni traidores", ha dicho.
"No somos una simple administración autonómica"
El president ha explicado sus proyectos de acción de gobierno, pero ha avisado: "No hemos venido a gestionar y ya está, no somos una simple administración autonómica. Hemos venido a transformar". Ha apostado por una "Cataluña cohesionada, sin ciudadanos de primera y de segunda, que aspira a la plenitud del autogobierno". Por ello, afirma que la única salida es que los catalanes "puedan votar en un referéndum democrático para decidir su futuro".
"El conflicto que tenemos con el Estado es estructural, responde a su incapacidad de atender los consensos, de no querer reformarse. La forma de entendernos como sociedad catalana no tiene cabida en el Estado español", ha asegurado, tras poner como ejemplo de ese rechazo el cuestionamiento de la inmersión lingüística por parte de los tribunales.
Ha valorado positivamente que "por primera vez, el Estado admite que existe un conflicto": "Nos encontramos en una nueva situación de bloqueo. Sabíamos que no sería fácil. El Gobierno no hace una propuesta política para Cataluña. No puede entenderse que se dilate la mesa de diálogo de forma reiterada por intereses políticos. El reto es inmenso. Estoy convencido de que superaremos esa situación, pero también deben haber cambios en la correlación de fuerzas. Cuando hemos demostrado nuestra fuerza de forma unitaria es cuando el Estado se ha movido. Un ejemplo son los indultos, que sin la victoria del 14F no se hubieran producido", en alusión a la excarcelación de los condenados por el referéndum del 1-O.