La decisión de la Consejería de Interior de la Generalitat de poner fin a los cortes de tráfico diarios en la Avenida Meridiana de Barcelona, realizados desde hace más de dos años por un grupúsculo de simpatizantes secesionistas, ha irritado a la entidad privada que los convocaba: la Assemblea Nacional Catalana (ANC). La asociación afín al nacionalismo gobernante en Cataluña ha acusado este jueves al Govern de promover la desmovilización de su movimiento.
"Interior quiere limitar al máximo el resultado de una protesta justa y amparada en los derechos fundamentales", manifiesta la ANC en un comunicado, en el cual lamenta que la Dirección General de Administración de Seguridad de la Consejería de Interior les ha informado de la denegación del permiso para manifestarse del 12 al 27 de febrero en dicha arteria barcelonesa, poniendo así fin a sus continuas renovaciones.
Permiso a la protesta, pero sin interrumpir el tráfico
La ANC, que se ha encargado de tramitar hasta la fecha los permisos para llevar a cabo estas movilizaciones, no se explica el cambio de criterio, y critica la voluntad del Govern de, en su opinión, "limitar un derecho fundamental como es el de la manifestación". "Lo que debería hacer la Consejería es protegerlo y no limitarlo", añade la entidad ultranacionalista. A partir de este sábado, sin embargo, las decenas de simpatizantes secesionistas del colectivo Meridiana Resisteix podrán seguir concentrándose, pero donde no interrumpan el tráfico: en concreto, en la plaza ubicada frente a la estación ferroviaria de Fabra i Puig.
Desde el 14 de octubre de 2019, tras la sentencia a los dirigentes del procés, el colectivo Meridiana Resisteix se había manifestado cortando el tráfico de esta avenida de entrada y salida de la ciudad de forma casi diaria, en defensa, según sus organizadores, de lo que denominan "la libertad, la justicia y la independencia de Cataluña".
La protesta ha contado desde su inicio con la simpatía y complicidad de destacados dirigentes de la Generalitat y diputados secesionistas.