“¿Los votos del nuevo partido de Àngels Chacón computarán en el 52% independentista, como hizo PDECat?”. Esta es la incisiva pregunta que un dirigente soberanista se hacía hoy, tras la presentación oficial de Centrem, la confluencia catalanista liderada por Chacón, fruto de los acuerdos alcanzados con Lliga Democràtica, Convergents y Lliures. A juzgar por el discurso de la exsecretaria general de PDECat, Centrem es la alternativa a proyectos unilaterales como el de Junts per Catalunya, pero defiende un referéndum legal y pactado con el Estado. Es decir, no renuncia a la autodeterminación. La pregunta, por tanto, es oportuna: ¿Cuál será, por tanto, la estrategia de pactos de Centrem?
La cuenta atrás para las elecciones municipales de 2023 ha comenzado, PDECat basa su fuerza en sus 200 alcaldes, recelosos de sumarse al partido de Chacón, y que difícilmente van a poder resistir los cantos de sirena de Junts per Catalunya (JxCat). Si a esta situación se añade el desmarque del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC) y de Units per Avançar, la conclusión es que ese catalanismo, cuantificado en 300.000 votos, sigue atomizado. “La apuesta de Chacón es muy arriesgada, se necesita un 5% de votos para obtener representación municipal --en las autonómicas se requiere un 3%--, puede fracasar estrepitosamente en Barcelona”, explican fuentes soberanistas.
Fatiga procesista
Tras las elecciones del 14 de febrero de 2021, PDECat inició un período de reflexión, ya que no obtuvo representación parlamentaria. Pero el partido se incluyó en ese 52% de votos independentistas, que JxCat ha convertido en mantra, aunque los acuerdos de ERC con los comunes (presupuestos) y PSC (renovación de cargos en instituciones bloqueadas), y el alejamiento de la CUP, ha roto ese mito. “A efectos de pactos, Chacón va a tener que elegir entre ese 52% o el resto de formaciones”, vaticina ese dirigente soberanista.
No obstante, la fatiga que genera la confrontación procesista, así como las simpatías que Chacón despierta en determinados sectores empresariales --precisamente por su compromiso con la centralidad y el pragmatismo-- juegan a favor de Centrem.
Ni PNC ni Units
Pero no están todos los que son. El PNC que lidera Marta Pascal --excoordinadora de PDECat-- se ha desmarcado del proyecto. Ayer, tras la presentación de Centrem, la ejecutiva de PNC envió un escrito a su militancia para explicar los motivos de su rechazo a formar parte de esa confluencia. “Nuestra resolución de no formar de esta formación política se ciñe estrictamente a que consideramos, después de prácticamente cuatro meses de negociaciones, que se trata de un proyecto político que agrupa, a grandes rasgos y por encima de políticas reales, intereses personales con gente que proviene de familias políticas muy distintas y enfrentadas ideológicamente hasta hace dos días; desde ex-militantes de la derecha constitucionalista española hasta independentistas. Sin embargo, pensamos que este proyecto responde a una mirada de pasado y consideramos que no conecta con el sentir de la sociedad catalana actual ni con sus necesidades. Respetamos profundamente esta opción pero no la compartimos”.
“Sin nuestro partido --añaden--, este nuevo proyecto se convierte en la enésima refundación del PDECat. Este hecho se vio igualmente reflejado en las reuniones, donde determinantes actores pusieron de manifiesto la voluntad de imponer sus intereses como organización sobre el nuevo proyecto”.
Opacidad financiera
La directiva de PNC critica la “opacidad” con la que se ha abordado la financiación del partido “y lo que es más grave, no queda claro hasta qué punto el origen de estos fondos puede condicionar la línea ideológica del partido. Lo que todavía nos disuadió más, como PNC, de querer participar en esta plataforma, y que acabó de decidir nuestro no final”.
A juicio de PNC “la nueva plataforma no es más que el enésimo intento por parte de la política española de crear un instrumento que, disfrazado de un catalanismo pragmático y bajo el mantra de la unidad perdida, condicione la vida política catalana en el sentido de convertirnos en una comunidad autónoma más”.
Adiós a las 'viejas glorias'
Aunque no lo explicita en su escrito, PNC se refiere a la financiación que, según fuentes soberanistas, estaría aportando Lliga Democràtica, liderada por Josep Ramon Bosch, expresidente de Sociedad Civil Catalana. Chacón siempre ha asegurado que no se siente condicionada por ese apoyo económico y, tal como publicó este medio, Bosch, Antoni Fernández Teixidó o Germà Gordó no formarán parte de la futura ejecutiva de Centrem.
La pugna entre Pascal y Chacón por liderar ese nuevo espacio también explican, según algunas fuentes soberanistas, el desmarque de PNC. La marcha de Pascal de PDECat, demasiado prematura a juicio del partido neoconvergente pues aseguran que se podría haber hecho frente a Carles Puigdemont, también ha impedido ampliar la base de Centrem, donde tampoco está presente Units per Avançar, que con Ramon Espadaler al frente, mantiene un pacto con PSC en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Parlament. No obstante, esta formación heredera de UDC nunca ha roto totalmente sus puentes con esas formaciones catalanistas.