SOS de los padres del colegio junto al centro de toxicómanos a Colau: “Nos sentimos desamparados”
Familiares de la escuela Mas Casanovas de Barcelona envían una carta a la alcaldesa para que el consistorio rectifique su decisión de poner este equipamiento a 15 metros, justo en la acera de enfrente
30 diciembre, 2021 00:00Desesperados, abandonados y engañados. Así se sienten las familias de la escuela de infantil y primaria Mas Casanovas del barrio del Baix Guinardó de Barcelona después de que el ayuntamiento haya decidido poner un albergue para medio centenar de personas sin hogar toxicómanas justo en la acera de enfrente del colegio, a apenas 15 metros de donde estudian cientos de niños de 3 a 12 años de edad.
La ubicación elegida para instalar este equipamiento --el Hotel Aristol, ubicado en el chaflán de la calle Cartagena y Mas Casanovas-- ha sorprendido e indignado a vecinos y familiares de los alumnos de esta escuela. Un malestar que ya dio lugar a una concentración de protesta el pasado jueves, y que ha aumentado después de que responsables del Distrito de Horta-Guinardó y otros dirigentes municipales les comunicaran en una reunión ese mismo día --a la cual acudieron miembros de la Asociación de Madres y Padres (AFA)-- que su intención es irrevocable, porque no existe otro lugar en toda la ciudad para ubicar el polémico equipamiento.
“Un grave error”
Por esta razón, familias de la escuela Mas Casanovas le han escrito una carta a la alcaldesa, Ada Colau, para pedirle que asuma la responsabilidad y que el consistorio barcelonés rectifique su decisión. “Nos sentimos absolutamente desamparados y engañados. Las familias de la escuela Mas Casanovas consideramos un grave error la localización de este albergue, solicitamos que tenga en cuenta nuestro descontento y nuestra petición de reubicar el mismo en un entorno más adecuado”, le dicen en la misiva, fechada el 27 de diciembre, y a la cual ha tenido acceso Crónica Global.
En la carta, los familiares de los alumnos denuncian el secretismo con el cual han actuado, a su juicio, los responsables municipales pues, tal y como ha informado este medio en los últimos días, hasta la tercera semana de diciembre no conocieron --y de forma casual-- sus intenciones. “Para más descontento de las familias, los organismos competentes eran conocedores de la instalación de este servicio en el antiguo Hotel Aristol desde octubre de 2021 y, tal y como nos informaron en la primera reunión que nos concedieron a los padres, el martes día 21/12/2021, no pretendían informarnos hasta enero del 2022, cuando la licitación ya estuviera firmada”, exponen en su misiva a la alcaldesa. Según les consta, esta licitación puede firmarse antes de que acabe 2021, y el contrato se ha concedido a la Associació Benestar i Desenvolupament (ABD), que en la actualidad ya gestiona este albegue para personas sintecho adictas al alcohol y las drogas en su ubicación provisional desde hace año y medio en la Fundación Pere Tarrés, en el barrio de Les Corts.
Ven "irregularidades" en el concurso
Además de eso, los familiares contrarios a la nueva ubicación del centro denuncian en su escrito lo que consideran “irregularidades en el concurso público celebrado para la adjudicación de este servicio”. Y transmiten a Colau que en su reunión del pasado 23 de diciembre con responsables del Distrito y de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) conocieron que “se informó a la empresa ganadora con un año de antelación de las condiciones concretas del contrato, específicamente de que debían conseguir una ubicación nueva, haciéndose público el concurso en septiembre de 2021”. “Curiosamente también, la única empresa que se presentó al concurso fue la empresa informada, la Associació Benestar i Desenvolupament”, añaden.
“Nos parece muy grave que desde un estamento público se ponga en conocimiento de las condiciones concretas de un concurso público a una empresa privada con un año de antelación y que además esta misma empresa privada sea la única participante del proceso. Por todo esto, solicitamos la nulidad del concurso público por las irregularidades y trato de favor anteriormente descritos”, explica la carta de los familiares de la escuela Mas Casanovas a Ada Colau.
Plan de prevención
Otra de sus quejas en la misiva es que ni el Distrito, ni la ASPB, ni la ABD ni el Consorcio de Educación ha elaborado ningún plan de prevención ni de riesgos hacia la infancia, dados los riesgos que entraña el futuro equipamiento de toxicómanos. “Lamentablemente, tampoco eran conocedores de las complejas condiciones y circunstancias específicas de nuestro centro escolar”, añaden en la carta.
Este mismo miércoles, la AFA Mas Casanovas recibió un Plan de Actuación para la Prevención en el Espacio Público y Alrededores, donde se explica el plan de trabajo del ayuntamiento. Un documento que les ha decepcionado, pues según explican en su perfil de Twitter, “no es un plan de prevención específico de la infancia ni una valoración del entorno hecha por profesionales”.
“Pedimos que el ayuntamiento nos presente el Plan de Prevención para el centro para personas con drogodependencia que se instalará delante de nuestra escuela, y la valoración del entorno que considera adecuada esta instalación”, añade la AFA en sus redes sociales.
Riesgos para los niños
Los familiares de los alumnos temen que se repitan en las inmediaciones de esta escuela escenas y conflictos similares a las que ya se han vivido en su ublicación provisional en el barrio de Les Corts en el último año y medio. Allí, los vecinos aseguran haber sufrido todo tipo de situaciones de inseguridad: desde consumo y tráfico de drogas en la calle, jeringuillas en el suelo y gritos hasta personas orinando, defecando o haciendo actos sexuales en la vía pública, según denunció el digital Metrópoli el pasado 30 de septiembre.
En su carta a Colau, los familiares le recuerdan que la escuela Mas Casanovas es un centro de alta complejidad, que forma parte del Proyecto Magnet y que en la misma “están escolarizados menores que provienen de situaciones muy difíciles, que necesitan mucha tranquilidad y apoyo, además de niños con capacidades diferentes. No podemos comprender en cuál de estas circunstancias específicas de nuestros niños y nuestro centro escolar tiene cabida un albergue para personas consumidoras de drogas enfrente del colegio”. Asimismo, destacan que “la infancia es el colectivo de mayor vulnerabilidad existente, por ello es amparada y protegida por convenios internacionales y legislación específica como ningún otro grupo”. Por ello, ven “inadmisible la vulneración del interés superior del menor en este caso”.
Los autores de la misiva dejan claro también que su rechazo no es a la instalación en sí, que constará de salas de venopunción asistida y de consumo inhalado en sus instalaciones, sino al hecho de que se ubique justo delante de una escuela, con los riesgos que ello entraña. Por ahora, aseguran no haber recibido respuesta de la alcaldesa.