Su currículo profesional es amplio. También su recorrido político. Xavier Uriós es el máximo responsable de los recursos contenciosos que el Govern presenta ante la Justicia, entre ellos los relacionados con la inmersión lingüística. Casado con una fundadora de Ciudadanos, este abogado nacido en Lugo entró en el Govern con UDC, se arrimó a ERC durante el tripartito y después a CDC.
Aseguran que intentó, por dos veces, ser abogado del Estado. Hoy es director director general de Asuntos Contenciosos del Gabinete Jurídico de la Generalitat. Y aunque en su plantilla figuran abogados cualificados que redactan los recursos, lo cierto es que fuentes jurídicas aseguran que Uriós ejerce de “comisario”.
Control de los letrados
“Es el jefe del Contencioso, pero no decide, más que nada es el responsable de controlar lo que se hace, y que lo que se hace sea lo políticamente deseado por el mandatario de turno. Digamos para entendernos que es el comisario político que controla que los letrados no desmanden”, explican estas fuentes.
“Tiene a gente muy buena y muy capaz en la Secretaria del Contencioso”, añade otro abogado conocedor de la estructura jurídica del Govern.
Aseguran quienes le conocen que Uriós --número dos, a su vez, del director del Gabinete Jurídico, Francesc Esteve-- se lo debe todo a Unió Democràtica de Catalunya (UDC). Tras dos fallidos intentos de convertirse en abogado del Estado, el letrado accedió al cuerpo de abogados del Govern y fue nombrado subdirector de Servicios Consultivos y Coordinación Jurídica del Gabinete Jurídico, dirigido entonces por Albert Raventós.
Superviviente a los cambios de gobierno
Como todo cambio de gobierno, el acceso del tripartito (PSC, ERC e ICV) implicó una renovación de cargos, pero Uriós no solo se mantuvo, sino que se ganó la confianza de del nuevo director del negociado jurídico, Jaume Galofré, y de la segunda letrada en el escalafón, Meritxell Josa. Su esposa, Mercedes Nieto, formaba parte también del cuerpo de abogados de la Generalitat. Fue una de las fundadoras de Ciudadanos, y hay quien asegura que Uriós fue a algunos mítines de la formación nacida para combatir el nacionalismo catalán. Eso no fue obstáculo para que el abogado, que ya se había granjeado la amistad de dirigentes de ERC, siguiera escalando en la jerarquía jurídica de la Generalitat, pues se convirtió en abogado jefe del Departamento de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda.
El nuevo cambio de gobierno tampoco lastró la carrera de Xavier Uriós. De acudir a actos de Cs pasó a frecuentar mítines de Convergència y permaneció en el citado departamento, ya con Meritxell Borràs como titular y Francesc Esteve como secretario general.
Juicio del 1-O y nuevo cambio de gobierno
En julio de 2017, un mes después de que Esteve fuera elegido director del Gabinete Jurídico, Uriós ascendió a director general de Asuntos Contenciosos. Uriós, que no fue cesado durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución, fue citado como testigo del juicio por el referéndum del 1-O en calidad de defensa de Meritxell Borràs.
Actualmente, el Gabinete Jurídico ha pasado a depender de la Consejería de Presidencia, donde tanto Uriós como Esteve han mantenido sus cargos tras las elecciones del 14F y la investidura de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat. Ese departamento, en manos de Esquerra, ha centralizado los servicios jurídicos de los Mossos d'Esquadra a modo de concesión a la CUP.
Tensiones
Cuando ERC tomó el mando de los servicios jurídicos hizo pocos cambios. Dolors Feliu, directora de área Constitucional, fue sustituida por Mercè Corretja, y César Puig fue relevado por Aranzazu Colom en la dirección general de Servicios Consultivos y Coordinación Jurídica. Las relaciones entre Aranzazu y Uriós no son buenas, situación a la que se añade el enfrentamiento que mantiene el actual secretario del Govern, Xavier Bernardí --cargo de máxima confianza de Pere Aragonès--, con Uriós.
De ahí que los abogados de la Generalitat dieran por hecho que Esteve y Uriós tenían los días contados. Pero, seis meses después de la toma de posesión del nuevo gobierno, ambos se mantienen en sus puestos.