El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha acusado en el Parlament al PSC de querer renovar su cargo --en el cual lleva ya más de 17 años, y que está caducado desde hace casi tres--, por la vía de una dimisión, y no a través de un pacto entre los grupos parlamentarios.
El equivalente al defensor del pueblo catalán ha negado las irregulares denunciadas en la institución que dirige, después de que el pasado 27 de octubre la Sindicatura de Cuentas de Cataluña expusiera que el Síndic de Greuges incumplió la Ley de Presupuestos, fraccionó contratos y abusó de la temporalidad en el ejercicio de 2019.
"No existe ninguna irregularidad, quien quiera usar ese argumento que vuelva a leerse los informes y que no falte a la verdad", ha manifestado Ribó.
Tilda de "mentiras" las irregularidades
Según la versión de este dirigente, su prolongada y polémica permanencia al frente del Síndic es ajena a él, y la achaca a la falta de acuerdo entre los partidos: "He reclamado que se renueve el cargo y se supere ya el bloqueo. Lo que es absurdo es que se quiera forzar la renovación a través de mentiras", ha espetado, aludiendo así a las irregularidades denunciadas por la sindicatura de cuentas catalana.
Ribó dice desear que su cargo se renueve a través de los procedimientos previstos, que implican un quórum entre los grupos. Y sostiene que se ha reunido con todos los partidos para buscar una solución. Excepto "con el mayor grupo de la Cámara", aludiendo así al PSC. "Parece que ese grupo no tiene espacio en la agenda para el Síndic", ha acusado el equivalente al defensor del pueblo en Cataluña, cuyo mandato ha sido cuestionado en los últimos años desde la oposición por su afinidad al nacionalismo, su insistente y acérrima defensa de los dirigentes del procés secesionista y sus controvertidos viajes por el mundo, entre otras cuestiones.
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó (en el centro), junto al expresidente de la Generalitat Quim Torra y el por aquellas fechas vicepresidente Pere Aragonès, a finales de 2019 / EFE
"Dimita ya"
El enfado de Ribó ha tenido lugar en el marco de la presentación del informe del Ombudsman catalán de 2020, donde el diputado Óscar Aparicio ha pedido su dimisión en su intervención. "Dimita ya", ha aseverado, tras denunciar que el expolítico de ICV actúa "fuera de sus competencias" desde 2017.
En la siguiente intervención, tras la denuncia del Síndic, el diputado socialista ha negado que su grupo pretenda relevarle "por la puerta de atrás", pero ha llamado la atención sobre que no solo está caducado desde hace años su cargo, sino porque sus reiterados pronunciamientos en favor del procés le "invalidan" para ejercerlo.
"Decir que queremos hacerlo (echarle) por la puerta de atrás no es verdad. Se ha agotado su mandato. Pero, además, que sea responsabilidad de los partidos sustituirle no conlleva que no tenga que seguir", ha explicado el diputado del PSC.
Aparicio (PSC): "Los tribunales no persiguen: juzgan"
Aparicio, además, ha denunciado el partidismo adoptado por el Síndic a favor del procés secesionista y sus dirigentes. Poniendo como ejemplo el caso de que, aunque Ribó "cree que es imparcial", habla de "tribunales que persiguen".
"Los tribunales no persiguen, juzgan. Si partimos de esa base, de que el Síndic no debería tener entre sus funciones valorar las decisiones judiciales y viene al Parlament y habla así, pues se invalida en su actuación", ha señalado el parlamentario.
"En Polonia, el 'Síndic' tiene el mandato en vigor"
Aparicio también se ha defendido de la acusación de Ribó sobre que el PSC buscaría un relevo por dimisión, "como ha ocurrido en Polonia", país bajo la lupa de las instituciones y la justicia europea por carencias democráticas y de respeto a la separación de poderes.
"Usted cita el caso de Polonia. Era muy diferente porque ahí el [equivalente al] Síndic estaba con el mandato en vigor", le ha recordado.
Más peticiones de cese
Además del PSC, también Vox y Ciudadanos han pedido expresamente la "dimisión" de Rafael Ribó. Esos tres grupos de la oposición, junto al PPC, han coincidido en resaltar la falta de imparcialidad política del Síndic.
La CUP, por su parte, ha alabado las denuncias de supuesta "represión" del Síndic y su "incidencia en la denuncia internacional" de esa preseunta "persecución" del secesionismo, que señalan los mandatarios de la Generalitat.