El exdirigente de la antigua Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y presidente de Aigües de Catalunya, David Madí, ha equiparado la llamada Operación Cataluña con el caso GAL del País Vasco. En una entrevista en Catalunya Ràdio, ha expresado que la primera es el equivalente del segundo, pero “con el pequeño detalle de no matarnos”. Lo ha descrito como un “pacto de estado” entre determinadas autoridades y partidos políticos que se propusieron “frenar” el proceso independentista catalán “cueste lo que cueste”.
Cree que alguien le puso en “una lista negra” y, por ello, diez años después de dejar la política, iniciaron la operación Voloh, que investiga el presunto desvío de fondos para el independentismo por el cual fue detenido el 28 de octubre de 2020, como una forma de “castigo” para un grupo determinado de gente “sin relación entre si” que consideraron que jugó algún papel en el 1-O.
Defiende que Fiscalía no ve delito
Madí ha subrayado que la Fiscalía se opuso hasta tres veces durante la investigación inicial del caso Voloh, pues recalca que ésta “no veía delito”. De hecho, el Ministerio Fiscal ha aceptado ahora el recurso de Madí para archivar la causa.
“No es casualidad que todos los investigados seamos empresarios independentistas”, ha apostillado esta mañana en una entrevista en Catalunya Ràdio, en la que ha tildado de “surrealista” la vinculación con contactos rusos. Sostiene que este simplemente es un nexo de unión que Joaquín Aguirre, el juez que ordenó las escuchas telefónicas de la operación, usó para relacionarle con el resto de presuntos implicados.
“Cuatro o cinco años más”
Sobre la situación en la que se encuentra actualmente el caso, Madí considera que todavía hay que “tener una enorme paciencia”, pues estima que, al ritmo que avanza la investigación, ésta “tranquilamente durará cuatro o cinco años más”. Aun así, asegura que afronta este proceso con “muy poca preocupación” porque no ha tenido nada que ver con lo que se le acusa.
De hecho, ha manifestado que, cuando los Mosso d’Esquadra se presentaron en su domicilio hace un año para detenerle, le entró un ataque de risa por lo “descabellado” que le pareció todo.