Ada Colau, alcaldesa de Barcelona / EP

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona / EP

Política

Los comunes preparan la salida de Colau y su pareja

El partido busca un plan B para apuntalar sus cargos, que pasa por apoyar a ERC o PSC si las encuestas derrotan a la alcaldesa, que encara las elecciones sin Subirats y enfrentada a Janet Sanz

19 octubre, 2021 00:00

“Si Colau tiene claro que no gana, no se presentará a las elecciones. Es la primera norma en la casa de la alcaldesa”. Habla un miembro de los comunes, donde se registran ya movimientos preparativos de una posible salida de Ada Colau y su pareja, Adrià Alemany. Todavía quedan muchos meses para mayo de 2023, fecha en la que se celebrarán las elecciones municipales. Y para Barcelona en Comú serán decisivas las encuestas de intención de voto que surjan a finales de este año o enero de 2022.

Pero ya han surgido voces en el partido que reclaman un plan B. Y éste pasaría por asumir que si ya fue complicado revalidar mandato en 2019 --algo que fue posible gracias a Manuel Valls, que acaba de abandonar la política catalana--, en esta ocasión será todavía más difícil. Ante esa situación, los comunes deberían prepararse para decidir si dan apoyo a ERC, que sube en los sondeos, o PSC, con los que gobiernan ahora en coalición, si estas formaciones les superan en concejales. De ello depende la continuidad de numerosos cargos que han ido nutriendo de poder y financiación al partido. De nuevo, las dos almas del partido, la soberanista y la federalista, se verán enfrentadas.

Subirats jubilado y Sanz, amortizada

Pero esta pugna se añade el empuje de Podemos, que hasta ahora ha adoptado un papel marginal, ahora pide paso a nivel municipal, mientras que Colau afronta esos comicios con su marca muy deteriorada y sus principales valedores en retirada: Joan Subirats jubilado y Janet Sanz amortizada. Hace meses, explican fuentes próximas a los comunes, que las relaciones entre Colau y Sanz están prácticamente rotas.

Eloi Badia (1d) y Janet Sanz (2d) con la alcaldesa Ada Colau (i), en un acto de Barcelona en Comú / CG

Eloi Badia (1d) y Janet Sanz (2d) con la alcaldesa Ada Colau (i), en un acto de Barcelona en Comú / CG

La intención de Colau es gobernar Barcelona en un tercer mandato, siempre y cuando las encuestas la avalen. De ahí que los comunes se hayan dado de plazo hasta finales de año o principios de 2022 para tomar decisiones y, si los sondeos son muy adversos, buscar una salida digna para Colau y Alemany. El tiempo dirá si la activista da el salto a Madrid o a una organización internacional, como se viene especulando desde hace meses.

Los federalistas de los comunes

De momento, hay movimientos internos dentro de esta confluencia de izquierdas. Los Comuns Federalistes han convocado una serie de reuniones territoriales --presenciales o telemáticas-- porque creen que ha llegado la hora de tomar posiciones de cara a la III Asamblea Nacional de Catalunya en Comú prevista para los días 20 y 21 de noviembre. Han publicado un manifiesto en el que se muestran en contra de aceptar un referéndum acordado para salir del conflicto secesionista, pues lo califican como “la nueva versión del Derecho a Decidir que llevó a la actual situación. Lo que haría falta es impulsar un acuerdo capaz de sumar los 2/3 de apoyo parlamentario que pide el Estatut, para luego someterlo a referéndum. No por refrendar un conflicto, sino hacerlo para una solución”.

Dirigentes como la propia Colau o Jaume Asens también creen que no es posible un referéndum de autodeterminación, algo que complica un virtual acuerdo con ERC, donde Ester Capella, ex consejera de Justicia y actual delegada del Govern en Madrid, suena como posible relevo de Ernest Maragall. Que PSOE y Podemos formen coalición en el Gobierno español es un factor que, como no podía ser de otra manera, también puede condicionar las futuras decisiones de la confluencia de izquierdas que, hasta ahora, ha liderado Colau.

Mandato errático

Por su parte, PSC mantiene que su candidato volverá a ser Jaume Collboni, aunque hay sectores socialistas que creen necesario un relevo. Salvador Illa se descarta, aunque queda un año y medio por delante. Tiempo más que suficiente para que Colau se rearme o, por el contrario, ahonde en su declive. Sus ataques a la automoción en plena deslocalización de Nissan, el rechazo a la ampliación del aeropuerto de El Prat, los numerosos episodios de inseguridad --que ha logrado "quemar" incluso al teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle (Units per Avançar)-- y el fiasco del sistema de recogida de basuras puerta a puerta solo son algunos ejemplos de un errático mandato que también salpica a Collboni, a quien sectores empresariales ven demasiado identificado con Colau y confían en una definitiva recomposición del espacio catalanista que sirva de alternativa. En paralelo, Barcelona pel Canvi, ya sin Manuel Valls, se encomienda al PP, mientras Ciudadanos llama a otra confluencia, en este caso constitucionalista, que vuelva a evitar el asalto de Esquerra a la ciudad, como ocurrió en 2019.

La líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, junto al del Congreso, Jaume Asens, y el diputado Joan Mena / EN COMÚ PODEM

La líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, junto al del Congreso, Jaume Asens, y el diputado Joan Mena / EN COMÚ PODEM

La debilidad de Colau tampoco pasa desapercibida para Podemos, que siempre ha tenido un peso menor en la confluencia de izquierdas. Hasta que llegó Jessica Albiach, presidenta del grupo parlamentario de En Comú Podem y muy bien valorada en su partido. Miembros de los comunes la consideran una excelente candidata a la alcaldía de Barcelona. Pero, de momento, Podem y En Comú intentan dejar atrás los enfrentamientos territoriales. Y han empezado por una ciudad importante, Sabadell, donde ambos partidos formarán coalición de cara a las elecciones municipales de 2023 mediante “un proyecto de unidad”. Una fórmula que quieren hacer extensiva a otras capitales.