El 75% de los catalanes considera que el procés ha sido un fracaso y no ha cumplido sus objetivos, la misma proporción que cree que la independencia no tiene probabilidades de materializarse a día de hoy dada la situación política.
Así lo indican los resultados de una encuesta realizada por Metroscopia y compartida por El Confidencial a un día del cuarto aniversario del referéndum del 1-O, que condujo a la declaración unilateral de independencia el 27 de septiembre en el Parlament por parte del expresident Carles Puigdemont.
Votantes de JxCat: los únicos que ven éxito
Al analizar el estudio según el voto de los entrevistados, en todos los partidos políticos gana el fracaso del proceso independentista frente al éxito con más del 50% de las respuestas excepto en uno: JxCat. En este caso, esta opción solamente ha recibido el 34%, mientras que el 50% de sus electores sostiene que el procés ha triunfado.
El 58% de los simpatizantes de la CUP también ven la derrota, mientras que entre los de ERC este porcentaje se sitúa en el 52%. Estas cifras se disparan entre los votantes del PP, Ciudadanos o Vox, donde el 90% defiende el chasco, aunque el pico más alto lo han alcanzado los del PSC, donde el 95% sostiene esta idea.
Independencia improbable
Por otra parte, tres de cada cuatro encuestados ve improbable que la independencia de Cataluña se acabe llevando a cabo, una idea que supera la mitad de respuestas entre los votantes de todas las formaciones políticas. Solamente el 19% ha considerado que es “probable” que se lleve a cabo “en un futuro más o menos cercano”.
Aun así, los de Junts vuelven a ser los más optimistas, pues el 52% ha respondido que no ve probable la secesión, seguidos de los que respaldan a la CUP (57%) y los de ERC (64%). Los datos crecen entre los electores del resto de partidos: 82% en los comunes y 85% en los socialistas, así como en el resto de partidos de la derecha constitucionalista.
A favor del diálogo conjunto
Otra de las cuestiones planteadas por el sondeo es el diálogo como medida para mejorar la situación y poner fin al conflicto político en el territorio. En este caso, la pregunta se centra en quién debe participar en dicha negociación, a lo que el 61% de los encuestados se ha decantado porque se haga conjuntamente con el Gobierno y con la parte de la población catalana que no es independentista. El 26% cree que solamente se debería dialogar con el Ejecutivo, mientras que el 13% restante defiende que, antes que nada, se hable con los catalanes no separatistas.
En cuanto a hacer un referéndum para solucionar el problema, solo el 25% ha defendido que esta no es la vía adecuada, mientras que el resto de votantes se encuentra dividido entre tres grandes posturas. Del total de encuestados, el 35% apuesta por una consulta en la que votaría a favor de la independencia, mientras que el 28% lo haría en contra. El 9% que queda aboga por acudir a las urnas, aunque no tiene decidido qué votaría.