La CUP ha acotado el plazo que dio a ERC para gobernar Cataluña al facilitar la investidura de Pere Aragonès. Si en ese momento le dejó tan solo 24 meses para avanzar hacia la independencia, que no la esperan para antes de 2030, ahora el diputado Carles Riera señala que la moción de confianza pueda llegar antes. Todo ello, como consecuencia de la apertura del diálogo con el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
Para los antisistema, la “mesa de diálogo fue un fracaso y un despropósito”, tal y como ha afirmado en Els Matins de TV3. Riera asegura que solo sirvió para “favorecer al Ejecutivo español y debilitar el Govern”. Por todo ello, los cupaires exigen a Aragonès que haga un “giro a la izquierda y también un giro independentista”. Lamenta que tras 100 días de la nueva legislatura en Cataluña “no se haya avanzado demasiado” en un objetivo compartido.
La propuesta de la CUP pasa por “forzar la movilización en la calle” con el objetivo de “forzar al Gobierno central a negociar la autodeterminación y la amnistía”. El partido ya intentó convocar una protesta masiva este miércoles en Barcelona para mostrar su rechazo al encuentro bilateral entre Sánchez y Aragonès y la primera reunión pública de la mesa de diálogo. Con todo, tan solo la secundaron unas 50 personas.
Negociación de los presupuestos
Riera es consciente de que su partido tiene en sus manos la llave de la legislatura, ya que Aragonès mantiene el veto al resto de partidos de la oposición (los que no son netamente independentistas) al negociar la ley más importante de un Ejecutivo, los presupuestos. Los antisistema condicionan ahora su aprobación a que se avance hacia la convocatoria de otro referéndum de autodeterminación y a que el Govern haga este “giro a la izquierda” que implique “atender las urgencias sociales”.
Reclaman al consejero de Economía, Jaume Giró (JxCat), que les entregue el primer borrador de cuentas públicas de 2023 para comprobar si de verdad se persiguen cambios en “materia de vivienda, salud, orden público y también en políticas estratégicas”. Además, ha hablado de un “cambio de modelo energético” --insiste en la creación de una eléctrica pública catalana como la panacea ante la escalada de precios en el mercado mayorista-- y de la necesidad de una “hoja de ruta de confrontación con el Estado”. Todas las demandas que pueden derivar en otro fin abrupto de la legislatura en Cataluña.