Reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el líder del PP, Pablo Casado, para quienes Cataluña mantiene su protagonismo / EFE

Reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el líder del PP, Pablo Casado, para quienes Cataluña mantiene su protagonismo / EFE

Política

Cataluña mantiene el protagonismo político en el 'postprocés’

PSC da luz verde al relevo de Iceta por Illa, cumpliendo así los deseos de Sánchez, y el PP calienta motores de cara a su convención nacional con un acto de Casado en Barcelona

1 septiembre, 2021 00:00

El procés, entendido como la prolongación de una estrategia fallida está muerto, no así el protagonismo de Cataluña en el tablero político español. Así lo demuestran los últimos movimientos de PSOE y PP. Mientras los socialistas arrancaron ayer el relevo de Miquel Iceta por Salvador Illa al frente del PSC, cumpliendo así los deseos de Pedro Sánchez, los populares han comenzado a calentar motores de cara a su convención nacional con un acto de Pablo Casado en Barcelona. Quedan dos años para las elecciones generales y es más que probable que éstas coincidan con un nuevo adelanto electoral en Cataluña debido a una Mesa de Diálogo que divide a los independentistas. De ahí que, con desafío o sin él, la comunidad catalana volverá a ser clave en la política española.

Pedro Sánchez quería apuntalar el llamado efecto Illa. Esto es, el tirón electoral del exministro de Sanidad --ganó los comicios catalanes del 14F, pero el independentismo logró la mayoría parlamentaria--, colocando al político catalán al frente del PSC en sustitución de Miquel Iceta. Un proceso natural, dado que el hasta ahora primera secretario es ministro de Cultura e Illa necesitaba visualizar ese liderazgo.

Presidir Cataluña en dos años

Ayer, la ejecutiva de los socialistas catalanes abrió ese proceso. La historia demuestra que Cataluña siempre ha sido decisiva para el PSOE, de ahí que Sánchez no solo apostara firmemente por Illa como candidato a la presidencia de la Generalitat, sino también por su liderazgo al frente del PSC. Lo hizo a dos años vista, pues no es descabellado que, en este periodo de tiempo, los catalanes vuelvan a ser convocados a las urnas. ERC mantiene su apuesta por una Mesa de Diálogo condenada al fracaso, ya que Sánchez nunca aceptará la amnistía de los encausados por el 1-O ni la celebración de un referéndum de autodeterminación. Junts per Catalunya, socios de Pere Aragonès en el ejecutivo catalán, así se lo han estado recordando durante estos cien primeros días de Govern.

El republicano deberá decidir si vuelve a las andadas unilaterales junto a la CUP y los neoconvergentes, cuyo núcleo duro --Laura Borràs, Quim Torra, Josep Costa, Elsa Artadi-- comienza el rearme frente a una ejecutiva dirigida por Jordi Sànchez, o suelta lastre definitivamente para volcarse en un tripartito de izquierdas con PSC y En Comú Podem.

Oposición constructiva, pero contundente

Illa es consciente de esa debilidad de Aragonès, a la que responde con una oposición constructiva, pero contundente, centrada en la gestión y firme en el rechazo a las políticas de ruptura. En las próximas semanas, el futuro secretario general del PSC perfilará el nuevo organigrama de los socialistas catalanes que, a diferencia del independentismo, estará caracterizado por la solidez. Sin masa crítica que pueda erosionar el mando de Illa, que hasta ahora había gestionado la nada fácil organización del partido, el PSC saldrá a ganar las próximas elecciones catalanas con una sola alma y preparado para gobernar Cataluña. Y Sánchez pondrá al PSOE al servicio del socialismo catalán, lo que incluye la posible incorporación de un peso pesado del PSCEva Granados, a la ejecutiva federal.

Pero Pablo Casado no se lo va a poner fácil. El popular hizo ayer un discurso demoledor contra la Mesa de Diálogo de Sánchez pues, a su juicio, nada hay que negociar con quienes proponen la ruptura de España. Resulta especialmente significativo que las jornadas preparatorias del PP de cara a la convención nacional del partido comenzaran en Barcelona. Toda una declaración de principios de los populares, que tras la descomposición de Ciudadanos, ha agudizado su discurso para neutralizar el avance de Vox. La situación del PPC, liderado por Alejandro Fernández, no es buena --con tres diputados en el Parlament, forma parte del grupo mixto-- y eso ha disparado los rumores sobre posibles cambios en la cúpula de los populares.

Sin embargo, el partido catalán ha renovado ya sus estructuras orgánicas y quiere aprovechar su red territorial --que mantiene, a diferencia de Vox y Cs-- para recuperar posiciones de cara a las elecciones municipales, que también se celebrarán en 2023. Identificar a Sánchez con el independentismo es la consigna que Casado utiliza y utilizará en los próximos años, atento a la evolución de una Mesa de Diálogo que se reanudará la semana del 13 de septiembre.