Los dos partidos políticos que forman el gobierno catalán, ERC y JxCat, han protagonizado otro roce en poco más de tres meses de legislatura. Esta vez por la mesa de diálogo para intentar desencallar el conflicto político entre Gobierno y Generalitat. La confianza en el presidente Pedro Sánchez es uno de los asuntos que más separan a republicanos y postconvergentes.
Marta Vilalta, secretaria general adjunta y portavoz de ERC, ha pedido a los de Puigdemont no “menospreciar” la plataforma propuesta por el Ejecutivo español y afrontar la negociación con la máxima cohesión de la delegación catalana. La división se ha hecho evidente y desde JxCat, su vicepresidenta y portavoz, Elsa Artadi, ha dudado de la “utilidad” y la “viabilidad” de la mesa, que se reunirá la tercera semana de septiembre.
Confianza de ERC
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, ha asegurado esta mañana “que hay mucha gente que quiere que esta mesa fracase”. Algo que ha sido recogido por Vilalta para aludir al “descrédito” por parte de JxCat a la negociación propuesta por el Gobierno. Considera que estas críticas debilitan y hacen un “flaco favor” a la posición del Govern y al consenso que, según la portavoz de ERC, hay alrededor de la autodeterminación y la amnistía en la sociedad catalana.
Vilalta ha asegurado estar convencida que Sánchez asistirá a la reunión de la mesa de diálogo de septiembre y “cumplirá” los acuerdos que de ahí se desprendan. La republicana ha zanjado el roce con los postconvergentes y ha pedido que “no se lo pongamos tan fácil al Gobierno” porque “se trata de desafiar al adversario político, no de desacreditar el instrumento que tiene que servir para resolver el conflicto político”.
Escepticismo en JxCat
En su respuesta a los republicanos, Artadi ha recordado que el margen de dos años de la mesa de diálogo no está escrito “literalmente” en el pacto de legislatura que firmaron con ERC. Por ello, ha reclamado evaluar “día a día” los avances en la misma. La portavoz de JxCat ha vuelto a expresar, así, su escepticismo sobre la “utilidad” y la “viabilidad” de este instrumento propuesto por Sánchez.
La líder postconvergente ha instado a los republicanos a dejar de “mirarse de reojo entre independentistas” y buscar “una unidad” que permita “ejercer con la máxima fuerza los consensos del 80% de la ciudadanía de Cataluña”. En un intento de zanjar la polémica con ERC y ha pedido “no rivalizar de manera retórica sobre quién es más dialogante y quién apuesta más” por el diálogo. Artadi, a diferencia de su homóloga republicana, ha lanzado un órdago a PSOE y Podemos: “El independentismo estará para dialogar y para negociar, de sobras. Lo que está por ver es si la otra parte lo estará o no”.