La transición energética se ha convertido en un tema muy incómodo para los partidos que dan apoyo al Govern. Y no solo porque el volumen de energía renovable en Cataluña está lejos de los objetivos que marca la Unión Europea, sino por las discrepancias entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC. Fuentes parlamentarias aseguran que varios diputados de Junts han expresado en privado su indignación ante la moratoria que la CUP ha impuesto a los republicanos respecto al desarrollo de las energías renovables, pues consideran que va en contra de la economía del país.
La intervención de la consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, en el último pleno acentuó ese malestar pues, lejos de concretar una hoja de ruta a seguir, se limitó a insistir en el rechazo a un modelo que, a su juicio, “se basa en los grandes oligopolios energéticos en manos del capitalismo más feroz”. Jordà reivindicó la “plena soberanía energética de Cataluña” y el consenso con el territorio.
Evitar que los proyectos se eternicen
PSC-Units pondrá a prueba la consistencia de la coalición entre JxCat y ERC con una moción, presentada por el diputado Jordi Terrades, que se votará la semana que viene en sesión plenaria y en la que se reclama, entre otras medidas, "la agilización de la tramitación administrativa de los nuevos proyectos de energía renovable para evitar que se eternicen”.
La ley catalana de cambio climático, aprobada en 2017 y que hace suyos los objetivos de la UE, prevé que el consumo eléctrico en Cataluña provenga en un 50% de las energías renovables en 2030 y que, en 2050, se alcance el 100%.
Pero, tal como reconoce el propio Govern, se está “muy lejos”. Según datos del Institut Català d'Energia de Cataluña (Icaen) en 2020, año de pandemia, la producción eléctrica alcanzó los 45.000 gigavatios, de los que un 55% procedió de la energía nuclear. Si a esta cifra se le añaden otras energías no limpias --ciclos combinados, cogeneración--, el porcentaje asciende a un 80%. Por el contrario, la energía hidroeléctrica supuso un 12% del total de producción eléctrica, y la eólica, un 5,8%. En total, un 20% de energía limpia.
El acuerdo de ERC y CUP
El acuerdo entre ERC y CUP establece la aprobación de una ley de transición energética antes de 2022 y una “moratoria de grandes proyectos de impacto territorial negativo del Decreto 16/2019”. Los antisistema consideran que esta norma que regula el desarrollo de las energías renovables favorece los intereses de las grandes corporaciones.
JxCat discrepa de este acuerdo y la semana próxima tendrá que decidir si se posiciona junto a Esquerra y la CUP o se desmarca, pues la moción de PSC-Units pide “no derogar el Decreto ley 16/2019 de medidas urgentes para la emergencia climática y el impulso de las energías renovables”.
Fondos europeos
En total, la iniciativa socialista consta de 14 puntos, entre los que destaca la propuesta de que el Parlament inste a la Generalitat a “facilitar y agilizar la tramitación administrativa de los nuevos proyectos de energía renovable para evitar que se eternicen o incumplan los plazos que establece el Real Decreto ley 23/2020, del 23 de junio, por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica”.
También pide el desarrollo de energías limpias, “como la solar, la eólica y la hidráulica de bombeo, la geotérmica o cualquiera otra renovable, para aumentar la potencia instalada como mínimo hasta los 12.000 megavatios en 2030, con la finalidad de que ese año, el 50% de la energía eléctrica y el 25% de la producción de hidrógeno sean renovables, en la línea de los objetivos europeos y de la propia ley 16/2017 de cambio climático”.
Reconvertir el Icaen en la Agencia de la Energía de Cataluña, con capacidad de regulación, control, gobernanza e inversión, así como dar la máxima prioridad a todos los proyectos públicos y privados orientados a la transición energética y la descarbonización de la economía susceptibles de recibir recursos de los fondos europeos Next Generation, forma parte también de las propuestas presentadas por el diputado Terrades.