A vueltas con el gasto público que suponen las oficinas de los expresidentes, el caso de Carles Puigdemont es muy peculiar. El fugado reside en Waterloo y no cobra sueldo como tal, pues renunció a él cuando fue nombrado eurodiputado, pero dispone de tres personas a su cargo. Entre ellas, el cienmileurista Josep Lluís Alay, responsable de la oficina instalada en el Palau Centelles de Barcelona.
Según consta en la Memoria correspondiente a 2020, a la que ha tenido acceso Crónica Global, y que ha sido presentada en el Parlament, Puigdemont llevó a cabo 48 actividades coordinadas por esa oficina: en su mayoría mítines, conferencias y entrevistas dedicadas a internacionalizar el procés.
Si bien es cierto que esas dependencias no suponen ningún coste adicional, pues están situadas en un palacete propiedad de la Generalitat, tres personas están al cargo de Puigdemont: Alay, que cobra 105.676 euros al año --lo mismo que Maria-Reis Quinzaños y Jordi Menéndez, colaboradores, respectivamente de los expresidentes Artur Mas y José Montilla--, así como Jordi Finestres, su responsable técnico, y Glòria Sala, secretaria.
El gran mitin de Perpiñán
La agenda institucional del presidente de Junts per Catalunya (JxCat) incluye el mitin multitudinario que, en febrero de 2020, protagonizó en Perpiñán (Francia), organizado por el Consejo para la República y cuya finalidad era marcar perfil ante ERC. También forma parte del listado de actividades “oficiales” el manifiesto presentado junto a Mas y Quim Torra en esa localidad francesa para denunciar “la represión” del Estado.
Puigdemont también ha participado en varias conferencias telemáticas con Alemania, Japón y México, y es autor de cuatro artículos dedicados a divulgar el ideario secesionista.
Venta de libros
El fugado también es prologuista de varias publicaciones y autor de dos libros: M’explico y La lluita a l’exili. Esa producción literaria le ha llevado a participar en siete presentaciones de forma online.
Un total de 28 entrevistas en diferentes medios de comunicación, nacionales y extranjeros, completan la agenda del expresidente, cuya oficina ha generado 5.531 euros en gastos corrientes: desplazamientos (2.059), alojamiento (2.127), manutención (450), transporte (717), ágapes protocolarios (59) y gastos generales (115).