Las negociaciones entre Junts per Catalunya (JxCat) y ERC no acaban en la cárcel de Lledoners. Ni mucho menos. Los neoconvergentes “van a mantener la presión hasta el último momento, a la espera de que Esquerra ceda en algunas de sus líneas rojas”, explican fuentes soberanistas en relación a la reunión mantenida ayer entre ambas formaciones.
Si eso acaba en una repetición electoral o en una investidura de Pere Aragonès, pero con los neoconvergentes en la oposición, depende del sector del partido de Carles Puigdemont que imponga su estrategia, dado el clima de guerra precongresual existente entre la vieja y la nueva Convergència. La pieza más cotizada por JxCat --con su dirigente Jordi Sànchez al frente--, según explican fuentes cercanas a las negociaciones, es el control de TV3, altavoz de difusión independentista que ahora está en manos convergentes.
JxCat se resiste a ceder
En principio, la dirección de la televisión pública catalana y la presidencia de la Corporación Catalana de Medios de Comunicación (CCMA), el ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio, debería estar, según sus negociaciones en manos de Esquerra. “Pero JxCat se resiste a ceder el testigo y quieren retener todo el poder de gestión mediática que puedan”, aseguran.
Las negociaciones entre los dos partidos independentistas tuvieron ayer como escenario la cárcel de Lledoners, donde cumplen condena los presos del 1-O. Sin avances significativos --tal como preconizó la vicepresidenta de JxCat, Elsa Artadi--, las conversaciones entre estas formaciones rivales, que mantienen bloqueadas las instituciones catalanas, se han saldado con dos investiduras fallidas del candidato de ERC, que también se debate entre hacer más concesiones a los neoconvergentes --liderazgo de Carles Puigdemont desde Waterloo y estrategia común de confrontación contra el Estado, renunciando así a la mesa de diálogo--, o abandonar. Sería el momento de dar paso a otras fórmulas o incluso de permitir que gobierne el ganador de las elecciones catalanas, el socialista Salvador Illa.
PSC presidirá la comisión de control de la CCMA
Precisamente ayer se confirmó que el PSC presidirá la comisión de control de la CCMA del Parlament, lo que apuntala la estrategia socialista de fiscalizar la gestión y los contenidos de TV3, durante años al servicio de los intereses independentistas.
El objetivo del encuentro celebrado ayer en Lledoners era definir la estructura del futuro Govern ya que, según JxCat, Esquerra solo le ha informado de la creación de tres nuevas consejerías: Universidades e Investigación, Acción Climática y Feminismos. El partido de Carles Puigdemont quiere un intercambio automático de consejerías, es decir, que las que estaban en manos de JxCat en el anterior mandato pasen a ERC y viceversa. Ello supondría que los neoconvergentes controlarían Acción Exterior, Salud, Educación y Economía. Pero es aquí, en el ámbito económico –Elsa Artadi estaría llamada a ocupar ese negociado--, donde hay desavenencias, dado que Aragonès quiere seguir controlar los fondos europeos. ERC también sugiere crear comisionados para soslayar ese automatismo que propone JxCat.