Universitaris per la Convivència acusan al independentismo de "prostituir" la universidad

“Estupor e indignación”. La entidad Universitaris per la Convivència, que ha denunciado de forma reiterada la utilización de las universidades por parte del independentismo, reclama a los rectores catalanes que respeten el pluralismo ideológico existente en los campus y no se dejen “maniatar por el poder nacionalista”. El colectivo de profesores considera que la participación de los rectores en un acto de Òmnium Cultural, en el que se reclama la amnistía de los políticos independentistas presos, es “inaudito”, y que el independentismo, la ideología nacionalista, ha "prostituido" las universidades.

Los rectores de las universidades públicas, en el acto de Òmnium a favor de la amnistía de los políticos presos / EP

Uno de los argumentos es que todos esos rectores, que son catedráticos universitarios, representantes de entidades en las que se cursan estudios de Derecho, no asuman que pedir la amnistía está fuera de lugar. Se arguye que el artículo 62.i de la Constitución Española prohíbe de forma explícita los indultos generales.

En contra de un "pensamiento oficial"

Pero el enojo llega porque ese acto forma parte de una presión constante del nacionalismo en el ámbito universitario y expresaría una especie de “pensamiento oficial”. La entidad insiste en que las universidades deben ser plurales y no pueden quedar representadas, como un todo, a partir de manifestaciones políticas de sus rectores. “Es un hecho constatable que los rectores no han sido elegidos por sus ideas políticas y, por tanto, carecen por completo de legitimidad para pronunciarse políticamente en nombre de la comunidad a la que representan. Las universidades son centros de docencia e investigación. Colocarlas al servicio de una causa política supone prostituirlas”.

Lo ocurrido este domingo, con el acto de Òmnium, sin embargo, llega después de otra operación del nacionalismo, que la entidad de profesores universitarios también denunció. Entonces, tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O, se quiso articular “un manifiesto único” por parte de los claustros universitarios que fue contestado por una carta que firmaron más de mil profesores universitarios de diferentes procedencias. Aquel manifiesto se entregó, en plena campaña electoral, al entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, dejando claro el objetivo político, a juicio de Universitaris per la Convivència.

El colectivo pide a los rectores que “no acepten ningún tipo de presión y respeten el pluralismo ideológico existente en los campus”. Y recuerda que tanto la UAB como la UB han sido condenadas por no respetar la pluralidad ideológica, como ha recordado también el colectivo S'ha Acabat, que agrupa a estudiantes universitarios.