La Generalitat construirá dos nuevas prisiones en la Zona Franca de Barcelona en los próximos seis años, según el nuevo acuerdo anunciado este miércoles para desbloquear un proyecto que se viene arrastrando desde 2017. Este nuevo convenio de colaboración es el primer paso para la futura construcción de una cárcel de mujeres y un centro en régimen abierto para hombres que entrarán en funcionamiento en cuanto se cierren las cárceles de Trinitat Vella y Wad-Ras, en Poble Nou.
El proyecto ha sido presentado en una rueda de prensa celebrada en los solares que deben acoger los nuevos centros penitenciarios y en la que han participado el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès; la consellera de Justicia, Ester Capella; y la teniente de alcalde y concejal de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz.
Descontaminación
El motivo argumentado para la paralización que ha sufrido este proyecto hay que buscarlo en la aparición de restos de metales en el subsuelo, concretamente plomo. El consistorio asumirá ocho millones de euros del coste de la descontaminación, y la Generalitat añadirá el resto si se supera dicha cifra.
“En cuatro años cerraremos Trinitat Vella y en seis cerraremos Wad-Ras", ha asegurado Aragonès, quien ha expuesto este anuncio como la continuación del acuerdo entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona que permitió cerrar la cárcel Modelo.
Una cárcel en femenino
“Será el primer centro penitenciario de Cataluña pensado exclusivamente para mujeres”, señaló el vicepresidente del Govern al referirse a la prisión que acogerá al colectivo femenino. La nueva cárcel de mujeres tendrá capacidad para 600 presas y unos 55.000 metros cuadrados de superficie en un solar de 20.000 metros cuadrados.
Sobre la nueva prisión de mujeres, Capella ha destacado que permitirá cerrar la cárcel más antigua de Cataluña (Wad-Ras, construida en 1915) y crear la primera prisión catalana pensada solo para mujeres: "Tendrá en cuenta los espacios para crianza, para empoderamiento femenino, para que estén preparadas para la libertad plena, sin sumisión y sin machismo".
400 viviendas sociales
El nuevo centro en régimen abierto para hombres tendrá capacidad para 800 presos clasificados en tercer grado, que pasan el fin de semana y la mayor parte del día en la calle y solo van a prisión a dormir. La Conselleria de Justicia ya ha terminado el proyecto para este centro, que implicará cerca de 34 millones de euros y tendrá 13.000 metros cuadrados.
Una vez el centro penitenciario abierto de la Zona Franca esté en funcionamiento y se cierre la cárcel de Trinitat Vella, el consistorio usará el terreno para construir 400 viviendas de alquiler social. Janet Sanz ha considerado el movimiento como un acto de "justicia urbana con los barrios" que actualmente acogen las dos prisiones.
Brians 1 solo para preventivos
Con la construcción de estas dos nuevas prisiones, la cárcel de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires, se mantendrá como centro de referencia para internos en prisión preventiva. En este sentido, Capella ha explicado que hay unos 500 presos preventivos menos que en 2017, para lo que "Brians 1 cumple sobradamente la función", a lo que ha añadido que esta prisión ganará unas 200 plazas que actualmente están destinadas al módulo de mujeres.