El pulso entre partidos catalanes sobre mantener o aplazar las elecciones debido al empeoramiento de la pandemia es cada vez más evidente. Mientras PSC quiere mantener la cita del 14 de febrero, animada por sus buenas perspectivas electorales, otras formaciones como Junts per Catalunya o los comunes abren la puerta al aplazamiento. No obstante, los socialistas catalanes cuentan con el apoyo de las patronales, pues Foment del Treball y Pimec consideran que Cataluña necesita un nuevo gobierno. Y así se lo han transmitido al partido, que cuenta con Salvador Illa, ministro de Sanidad, como candidato al 14F.
Los partidos catalanes se dieron de plazo hasta este viernes para decidir en una reunión pilotada por la Consejería de Acción Exterior y Relaciones Institucionales (ERC) si se mantiene esa fecha o se aplaza.
Los informes de la Consejería de Salud (que también dirige los republicanos) no son optimistas respecto a la posibilidad de que el Covid remita. Pero la reapertura de los colegios tras las vacaciones de Navidad, unida a la decisión del propio Govern de permitir los movimientos entre municipios para poder votar en las elecciones del Barça, previstas para el 24 de enero, arrojan confusión.
"Con los datos del Govern no hay ningún problema para aplazar las elecciones. Si tienes que ir a trabajar puedes poder votar, si la escuela está abierta el colegio electoral también. Si no hay confinamiento domiciliario deberíamos estar en condiciones de votar", aseguraba hoy de forma contundente Miquel Iceta.
Govern en funciones
Aplazar las elecciones supone prorrogar un ejecutivo en funciones donde se mezcla el ambiente preelectoral con las desavenencias entre los socios de gobierno, Junts per Catalunya y ERC. Un caldo de cultivo para la descoordinación en un momento en que los países afrontar la reconstrucción antiCovid, esto es, la lucha contra la crisis económica y la gestión de los fondos europeos. De ahí que las patronales catalanas insistan en no demorar los comicios. ERC, que hasta ahora ha apostado por mantener la fecha, duda ahora ante la presión del colectivo sanitario, pero también, ante unos sondeos de intención de voto que apuntan a una regresión, pues los republicanos aparecen como ganadores o en segunda posición, con JxCat pisándoles los talones.
Los comunes, que tampoco despegan, así como Ciudadanos, que afrontan un previsible desplome, exigen un posición firme por parte de las instituciones. Esto es, que dejen de especular.