La enfermería catalana rechaza ser el chivo expiatorio de la pifia de Cataluña con la vacunación contra el Covid-19. El Colegio Oficial, controlado por el independentismo, se ha defendido hoy de la presión que le ha puesto el Gobierno catalán, alegando que "no encuentra sanitarias" en el mercado.
En un un tuit en su cuenta oficial, el ente colegial, que pilota Paola Galbany, candidata tutelada por la ANC en los últimos comicios colegiales, ha tildado de "injusto" que la Generalitat les señales por el traspié con la campaña de vacunación, que se ha saldado con solo 7.774 dosis administradas en una semana, apenas el 13% del objetivo inicial.
"Respondimos al llamamiento"
En el mensaje, el Colegio recuerda que "las enfermeras respondieron de forma ejemplar al llamamiento de la Consejería de Salud de participar en la vacunación contra el Covid-19".
A renglón seguido, la institución que preside Galbany ha descrito como "injusto" que "se les culpe por el retraso en la administración de la vacuna".
Dos problemas: neveras y personal
Previo al mensaje del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (COIB), el Gobierno catalán ha dado a entender que la vacunación contra el Covid-19 se ha demorado por dos problemas. Uno, la imposibilidad de comprar neveras para trasladar el preparado del Banco de Sangre y Tejidos (BST) a los centros de vacunación.
Y dos, las dificultades para "encontrar enfermeras en el mercado", lo que habría obligado a la administración autonómica a tener que pagar horas extra a las sanitarias que ya tiene en plantilla.