BComú, PSC, ERC y Barcelona pel Canvi, la plataforma amplia liderada por Manuel Valls, han aprobado este miércoles, 23 de diciembre, los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona para 2021. Los dos partidos de gobierno y las dos fuerzas de la oposición --con la abstención también del PP-- han sacado adelante unas cuentas que totalizan cerca de 3.200 millones de euros, la cifra más alta de la historia.
Ha ocurrido durante el pleno municipal celebrado a las puertas del parón navideño. En la sesión plenaria, el gobierno municipal ha defendido una previsión de ingresos y gastos "anticíclica y expansiva" pensada para capear una dura crisis económica y los cuadros macroeconómicos adversos previstos para el próximo año. Así lo ha verbalizado Jaume Collboni, primer teniente de alcalde y responsable del área económica. "Son tiempos graves, por lo que el presupuesto está pensado para que nadie quede atrás", ha señalado el concejal del PSC.
Collboni tiende la mano
El electo socialista ha defendido que las cuentas "son las mejores" para la Ciudad Condal, y que con ellas "no gana ningún partido ni el gobierno municipal, ganan los barceloneses", por cuanto el presupuesto "garantiza la solvencia" de las arcas municipales.
En relación al consenso logrado para aprobarlo, menor que el del año anterior por el "no" de Junts per Catalunya, Collboni ha recordado que el consistorio aceptó "el 80% de las enmiendas propuestas por Junts y el 95% de las planteadas por Ciudadanos". Según el concejal, el bipartito sociocomún ha "dialogado con todos los grupos municipales", pero algunos partidos "han hilvanado unos discursos marcados por [las elecciones autonómicas] el 14 de febrero". Ello ha provocado, ha recordado el dirigente socialista, que Junts y Ciudadanos "voten no a unos presupuestos que cuentan con partidas propuestas por ambos partidos".
La oposición ve "continuismo" y Bou se abstiene
No comparte la opinión de Collboni la oposición municipal. Elsa Artadi, de Junts per Catalunya, ha cargado contra una previsión de gastos e ingresos "continuista". Según la edil independentista, el bipartito de BComú y PSC, apoyado esta vez por ERC y BCN pel Canvi, ha optado por "la ortodoxia ante la crisis", algo que "no funcionará". Según Artadi, se trata de unas cuentas "conservadoras, que no arriesgan e innovan y recuerdan al plan 2000E, de José Luis Rodríguez Zapatero, que no funcionó y aumentó el endeudamiento".
Por su parte, Luz Guilarte, de Ciudadanos, ha afeado al bipartito que gobierna Barcelona que "consolide el impuestazo aprobado en 2020". En opinión de Guilarte, el presupuesto para 2021 "no es que sea continuista, es que consolida la subida de impuestos aprobada el ejercicio anterior". La portavoz de Ciudadanos ha defendido su voto negativo subrayando que la propuesta "costará cara a los autónomos, pymes y vecinos" de la capital catalana. A su vez, Josep Bou, líder municipal del PP ha cargado contra una previsión de cuentas que "no es útil" para la segunda mayor ciudad española, aunque ha anunciado su abstención.
Valls no avala con las ordenanzas fiscales
El el campo de los partidos que han apoyado las cuentas, Ernest Maragall, presidente de ERC en el ayuntamiento, ha constatado que el presupuesto "no resuelve los grandes problemas de Barcelona, pero sí da herramientas para abordarlos". Maragall ha lamentado que "Artadi se sitúe junto a Ciudadanos", en una carga de profundidad dialéctica con sabor preelectoral.
Por su parte, Manuel Valls, líder de BCN pel Canvi y ex primer ministro francés, ha justificado su "sí" con el argumento de que "Barcelona debe salir adelante y sortear la grave crisis económica". Los dos ediles de la plataforma amplia, Valls y Eva Parera, han apoyado las cuentas, pero se han abstenido con las ordenanzas fiscales.
Cifra récord de ingresos y gastos
Así las cosas, el gobierno local de BComú y PSC ha aprobado el presupuesto de 2021 con el 70% de los concejales del pleno municipal. Una amplia mayoría de electos ha dado su plácet a una previsión de gastos e ingresos que alcanza los 3.200 millones, una cifra jamás lograda en cuentas anteriores. La propuesta está marcada por la crisis sanitaria y económica. Destina cerca de 300 millones de euros a vivienda, y fija fondos de emergencia para ayudar a la rehabilitación, ayuda a la infancia, pago del alquiler a familias vulnerables y refuerzo de la atención domiciliaria, entre otros.
El dibujo presupuestario del Ayuntamiento de Barcelona para 2021 es el segundo que logra sacar adelante el bipartito formado por BComú y PSC este mandato. Antes, las dos formaciones ya lograron el concurso de ERC y Junts per Catalunya para aprobar las cuentas de 2020. El presente mandato, pues, la gobernanza de Barcelona, al menos en lo que a los presupuestos se refiere, ha sido más apacible. En su primer mandato, Ada Colau no logró aprobar ni un solo presupuesto, prorrogando los de 2016 y 2017 y aprobando los de 2018 y 2019 mediante cuestiones de confianza.