La Generalitat convertirá el Aeropuerto fantasma de Lleida-Alguaire en un puerto espacial de misiones de vuelo suborbital. Lo ha anunciado el conseller de Polítiques Digitals i Administració Pública, Jordi Puigneró, el mismo que anunció dos meses atrás que Cataluña creará la Agencia Espacial de Cataluña y lanzará dos satélites en 2021.
El aeródromo será, además, un centro de pruebas de propulsión para cohetes-lanzadera y un parque empresarial y un centro educativo para empresas tecnológicas vinculadas con el espacio. En este emplazamiento, se lanzarán payloads (cargas útiles transportadas por una naves espacial) experimentales y se usarán plataformas con capacidad de vuelo orbital y otras actividades.
Campo de pruebas
En este sentido, la Generalitat pretende que el aeródromo fantasma de Alguaire se convierta en el segundo de Europa con más capacidad para probar motores de cohete de mayor eficiencia y con combustibles menos contaminantes. De hecho, hoy por hoy solo existe una infraestructura similar: en Lampoldlhausen (Alemania).
El Govern argumenta que las instalaciones europeas están saturadas por el auge del mercado de los nanosatélites, y que disponer de un SpacePort en Alguaire supone una oportunidad para posicionar Cataluña en este mercado emergente. Añade que el impacto económico de esta infraestructura será de unos 600 millones de euros y generará 350 puestos nuevos de trabajo.
Un proyecto de 26 millones de euros
El proyecto tiene un presupuesto de 26 millones de euros para el periodo 2021-25 y es una de las prioridades de la consejería para recibir financiación de los fondos europeos NextGenerationEU: 10 millones para el puerto espacial; 10 millones para el centro de pruebas de propulsión; y seis millones para el parque empresarial y centro educativo. Llega tras un acuerdo de este aeropuerto con Aeroports Públics de Catalunya y el Instituto d'Estudis Espacials de Catalunya.
El aeropuerto de Alguaire, inaugurado en 2010, destaca por el poco uso que se le ha dado (en 2018 registró 35.000 pasajeros). De hecho, en los últimos años, la Generalitat ha tratado de impulsarlo con iniciativas como una reconversión en un polo industrial y, ahora, como sede de la NASA catalana.