El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y número dos en la lista de JxCat para las elecciones autonómicas catalanas, Joan Canadell, ha aludido a las informaciones sobre las sospechas de la Fiscalía Provincial de Barcelona de un posible pucherazo en las elecciones que le llevaron a la presidencia de la Cambra con el siguiente comentario: "Ladran, luego cabalgamos".
"Como diría el gran maestro del Siglo de Oro, ladran, luego cabalgamos", ha afirmado en Twitter el dirigente posconvergente, de quien, según revela este miércoles el digital El Confidencial, la fiscalía sospecha que su candidatura Eines de País, impulsada por la asociación independentista ANC, se alzó con la victoria tras manipular los resultados de los comicios.
Victimismo de Borràs
El ministerio público apunta a indicios de que se eliminaron votos que beneficiaban a los candidatos rivales y solo se computaron las papeletas favorables a Canadell. En consecuencia, la acusación pública pide la anulación de las elecciones y la repetición del proceso.
La noticia ha sido utilizada por otros destacados dirigentes de la formación posconvergente y su entorno social, político y mediático para echar mano de su habitual victimismo. Empezando por la cabeza de lista de JxCat, Laura Borràs, investigada por la fiscalía por la presunta adjudicación irregular de 18 contratos a un amigo cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes, según se desprende de varios correos electrónicos intercambiados entre ambos: "¿De quién depende?", se pregunta Borràs en tono supuestamente irónico, en respuesta a Canadell.
Rahola: "Canadell ya da miedo"
En la misma línea se ha manifestado otra ilustre figura del mundo posconvergente, la tertuliana de TV3 Pilar Rahola, quien se ha referido así al asunto: "Tachán, Joan Canadell ya da miedo y, como siempre, 'a por ellos', vamos a matarlo. Nuevo afinamiento de la fiscalía para deslegitimar a otro líder independentista. No se detienen en nada", ha dicho Rahola, de quien recientemente trascendieron unas conversaciones suyas con el empresario David Madí en el marco de la operación Voloh en las que ella misma reconocía haber contactado con el fugado Carles Puigdemont para intentar tener aún más presencia en la televisión pública catalana.