Los partidos y dirigentes independentistas pasan al ataque para criticar las investigaciones judiciales por el presunto desvío de fondos públicos para el procés por parte de una veintena empresarios y dirigentes secesionistas. JxCat y ERC cierran filas a la hora de condenar la denominada operación Voloh, a la que consideran poco menos que un "montaje" contra el secesionismo.
Entre quienes se han expresado con mayor contundencia figura el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, que desde su mansión de Waterloo ha calificado de "espionaje ilegal, antidemocrático e inmoral" dichas investigaciones.
"Violación de derechos"
"Es una violación de derechos sin los cuales no se puede hablar de democracia. Han espiado, han recogido y han divulgado opiniones y estrategias políticas. Lo han hecho con medios públicos. No respetan ni su Constitución", ha afirmado el exmandatario convergente en su perfil de Twitter.
Puigdemont aludía de este modo a la información de que su partido político, JxCat, pedirá explicaciones al ministro de Interior, Fernando Marlaska, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez por lo que los posconvergentes denominan "espionaje" a los partidos secesionistas.
Las críticas de JxCat se suman a las de ERC en el mismo sentido. Los republicanos han ido incluso más allá amenazando este lunes con tomar acciones legales contra esta investigación por presunta corrupción, al considerarla una "guerra sucia", un "montaje" y una "causa general contra el independentismo" por parte del Estado.