David Madí fue detenido ayer en el curso de una operación de la Guardia Civil contra la financiación ilegal de Carles Puigdemont y de la organización Tsunami Democràtic. Su apresamiento catapulta al primer plano de la actualidad a este exservidor público, mano derecha e izquierda de Artur Mas, reconvertido en conseguidor profesional.
En 2020 se cumplen 10 años desde que abandonó el apasionante y siniestro mundo de la política tras el escándalo de la manipulación de las encuestas de la Generalitat que salían de su oficina.
Después de ello, utilizó una de las muchas puertas giratorias. Y en su tránsito al mundo privado fundó la sociedad Nubul Consulting, domiciliada en una residencia particular que posee en Sant Quirze del Vallès (Barcelona).
Consultor
El empresario trabaja habitualmente en sus oficinas del paseo de Gràcia, muy cerca de la avenida Diagonal. Al poco de pasarse al ramo privado, grandes compañías de Madrid contrataron sus servicios como “consultor”. Figuran entre ellas Telefónica, Endesa, Deloitte y también la catalana Applus. Las cuatro le satisfacían jugosos honorarios cada año.
Obviamente, ninguna necesita en absoluto los consejos que pueda dispensarles un personaje como Madí, pues ya tienen a sueldo a las más reputadas firmas internacionales de la consultoría.
Contacto con la Generalitat
Lo que buscaban en realidad era un ariete, alquien que les “abra puertas” en Cataluña. Algo parecido a un amanuense que se mueva con soltura por los despachos de la Generalitat y que goce de poderosas aldabas para introducirse en los ámbitos oficiales. Las firmas punteras dejaron de ser clientes de Madí tiempo atrás.
Los cambios que se han producido en las jerarquías supremas de los grupos empresariales y algún que otro trabajillo no especialmente lucido propiciaron que aquellas fueran prescindiendo paulatinamente de sus servicios.
Poco se sabe de la cartera actual de clientes de Nubul Consulting, pero parece claro que su esplendor de antaño se ha ido diluyendo a marchas forzadas, conforme pasaba el tiempo y el propio perdía agenda entre los nuevos cargos de la Generalitat.
Resultados y 'sueldazo'
Crónica Global ha consultado las últimas cuentas disponibles, que corresponden al ejercicio de 2018. La facturación cayó a 349.000 euros, equivalentes a menos de la mitad de la marca anterior. El resultado desemboca en una pérdida de 274.000 euros, tras pagarle a Madí un sueldo de 258.000 euros. Adicionalmente, éste se embolsó 243.000 euros en concepto de dividendos entre 2016 y 2017.
El balance de Nubul incluye unos activos de 1,5 millones. Corresponden por entero a fondos líquidos, tesorería e inversiones financieras a corto y largo plazo. Dicho con otras palabras, Nubul tiene 1,5 millones en caja. David Madí posee otras dos sociedades. Se titulan Sloop Inversions y Batten Inversions. Su actividad es la compraventa de bienes raíces. Ambas están domiciliadas en su despacho del paseo de Gràcia.
Aguas turbias
Al margen de su actividad como “asesor”, el expolítico preside desde hace dos años Companyia General d'Aigües de Catalunya, filial de Aguas de Valencia, que lidera Enrique Calabuig.
Antes de su detención, Aigües de Catalunya pugnaba por abrirse un hueco en el mercado catalán, dominado por Aigües de Barcelona.
Continuidad en entredicho
Pero los frutos de su trabajo están resultando más bien escasos. Aigües de Catalunya apenas factura 17 millones y, además, el año pasado registró un déficit de 65.000 euros.
David Madí y el consejero delegado Marc Pifarré Estrada, los dos miembros del consejo que tienen contrato de alta dirección, se repartieron una retribución de 327.000 euros. Tras el arresto de Madí, su permanencia como presidente de Aigües de Catalunya semeja estar en el alero.