Jordi Turull y Josep Rull en una imagen de archivo / EFE

Jordi Turull y Josep Rull en una imagen de archivo / EFE

Política

Rull, Turull y Forn ahondan la fractura entre JxCat y Artur Mas

Los exconsejeros encarcelados apuestan por el proyecto de Puigdemont para "culminar lo que empezamos el 1 de octubre”

20 septiembre, 2020 13:21

El enfrentamiento derivado de las adhesiones a Junts per Catalunya (JxCat) desde las filas del PDeCat tiene desde este domingo un nuevo episodio con la publicación en La Vanguardia de un artículo firmado conjuntamente por los exconsejeros Joaquim Forn, Josep Rull y Jordi Turull, en el que justifican su marcha a la formación que lidera el expresidente Carles Puigdemont por “coherencia y dignidad” y por entender que es la mejor manera de abordar sus deseos independentistas.

En el escrito, fechado el pasado 17 de septiembre en la prisión de Lledoners, donde cumplen condena por su papel en los acontecimientos en torno al reférendum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña, los políticos recuerdan su pasado en las filas de la antigua Convergència, del que no reniegan, y aseguran que la decisión de sumarse a JxCat viene dada “porque hemos entendido que eso es lo que el país necesita ante una situación de anormalidad democrática, de fuerte represión por parte del Estado y por el compromiso adquirido ante la ciudadanía de culminar lo que empezamos el 1 de octubre”.

Réplica a Mas

Precisamente, Forn, Rull y Turull terminaron de romper las hostilidades entre ambas formaciones cuando se conoció a finales de agosto que pasaban a engrosar las filas de JxCat. No fueron los únicos que dieron el paso pero sí los más significativos y los que han provocado la respuesta del expresidente Artur Mas, que anunció a comienzos de semana que se quedaba en el PDECat, al tiempo que alertaba del peligro de ruptura del espacio político postconvergente.

De este modo, el artículo de los exconsejeros encarcelados constituye una réplica al expresidente de la Generalitat, aunque no le citan explícitamente. Sin embargo, si manifiestan una cierta decepción al recordar el modo entusiasta en que recibieron la propuesta esgrimida en el último congreso del PDECat de confluir en una fuerza como JxCat, que finalmente no se concretó.

Instrumento para la independencia

Los firmantes consideran que la formación a la que apoyan es la herramienta necesaria para “dar una mejor respuesta a las ilusiones, las ambiciones y los retos que se plantean a las personas, las familias, las asociaciones, las entidades y las empresas de Cataluña”. Ambiciones que, según ellos, pasan por que Cataluña pueda ser un país “radicalmente democrático, cohesionado, sostenible e innovador” y capaz de “gestionar todos sus recursos”.

“La independencia, disponer de un Estado propio, es eso: ofrecer un mejor país a la ciudadanía de Cataluña. Y eso nos obliga a tener un instrumento político diferente a lo que tendríamos en situación de normalidad”, apuntan.

Ni acomodados ni resignados

En el escrito, los firmantes creen que el de JxCat es el proyecto ambicioso que necesitan para lograr sus objetivos. En su opinión, la formación les permitirá “pensar a lo grande, participar en proyectos integradores y de máxima transversalidad política”, una manera de hacer que, además, coincide con “la que habíamos aprendido en Convergència”.

Forn, Rull y Turull también lanzan un dardo a Mas y a todos aquellos que no han decidido dar el paso hacia JxCat al acusarles, de forma implícita, de conformistas y resignados. “No podemos optar por la confortabilidad ni por la resignación. Sería tanto como firmar nuestra rendición. Para nosotros, esta no puede ser una opción. Y no lo puede ser por coherencia”, aseguran, para después añadir que si esas actitudes se hubieran mantenido en el tiempo “ya no existiríamos como nación, ni quedaría nada de nuestras instituciones y mucho menos de nuestra lengua”.

¿Rebaja de penas?

El artículo se publica precisamente el mismo día en que La Vanguardia asegura que el Gobierno de Pedro Sánchez está trabajando en una reforma del Código Penal en la que se revisarían las características y las penas de los delitos de rebelión y sedición con carácter retroactivo, lo que beneficiaría a los presos del 1-O.

A este respecto, el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado este domingo que la actuación del Ejecutivo supone un reconocimiento de que “la situación actual es injusta y tiene una naturaleza política” y ha reclamado una amnistía.