Por si cabía alguna duda sobre las vinculaciones entre Carles Puigdemont y el Barça irrumpe en la historia Lluís Escolà, el sargento de los Mossos d’Esquadra que ejerció de escolta del expresidente de la Generalitat en Bélgica. Según ha podido saber Crónica Global, este mando policial trabajó para Joan Laporta --íntimo amigo del mandatario posconvergente fugado-- en el FC Barcelona, donde ejerció diversos cargos en el área de seguridad.
El triángulo formado por Puigdemont-Laporta-Escolà, así como la estrecha relación de éste con el consejero de Interior, Miquel Buch --que ha asumido el coste judicial de nombrarle asesor--, da cuenta de las maniobras del fugado por asaltar el Barça, tal como informó ayer este medio. Estas maniobras incluyen investigaciones paralelas por parte de la policía autonómica en un momento convulso para el club azulgrana, en pleno proceso preelectoral y con una instrucción judicial sobre la monitorización de las redes sociales.
Escolà fue el mosso que acompañó a Puigdemont en su fuga a Bruselas, donde le sirvió de escolta, y posteriormente fue recolocado en la Consejería de Interior. Nunca ha escondido su activismo independentista, hasta el punto de expresar su apoyo a los radicales que cortaron las carreteras y bloquearon la frontera en noviembre de 2019 en protesta por la condena de los presos secesionistas del Tribunal Supremo. El perfil ideológico de este sargento despertó en su día las simpatías de Laporta, expresidente del Barça que luego dio el salto a la política para liderar una nueva formación independentista que fracasó estrepitosamente.
Escolà fue escolta de Laporta en el FC Barcelona, donde también se ocupó de la seguridad del primer equipo. A Laporta le sucederían después Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu como presidentes. Ahora se baraja su vuelta. No ha formalizado su candidatura a las elecciones de marzo de 2021, pero los medios deportivos dan por hecho que lo hará. Laporta es íntimo amigo de Puigdemont, como demuestra el hecho de que ambos viajaron juntos en 2014 a Rumanía, país natal de la esposa del expresidente catalán, y han compartido paellas con la tertuliana de TV3 Pilar Rahola y otros dirigentes separatistas en Cadaqués y en Waterloo.
Huida a Bélgica
Los cambios en el club barcelonista propiciaron nuevos destinos para Escolà. El más conocido fue ejercer de escolta de Puigdemont en su fuga a Bélgica. En efecto, en 2017 acompañó al político prófugo en su huida de la justicia después de que se celebrara el referéndum del 1-O y tras la posterior declaración unilateral de independencia del 27-O.
En aquel momento, además de pertenecer al cuerpo de Mossos, el sargento era asesor del consejero Buch, ahora investigado por esos hechos en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. La instrucción parte de la querella presentada por la fiscalía ante la sospecha de que Escolà fue pagado con dinero público mientras ejercía como escolta "permanente" de Puigdemont: es decir, que hubo un uso fraudulento del dinero de las arcas públicas.
Fichado como asesor
Buch le fichó como asesor en el verano de 2018 con un sueldo de 75.000 euros al año. Entre sus cometidos destacaba la implantación y el diseño de sistemas de seguridad corporativos, y la prospectiva y explotación de información para la toma de decisiones. Se mantuvo en ese cargo hasta marzo de este año, cuando cesó.
Dicho de otra manera, Lluís Escolà forma parte de esa policía patriótica al servicio de Puigdemont, quien apoyado por dos mandos y el propio Buch, investiga las interioridades del Barça.
El Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona abrió diligencias a raíz de una denuncia de ocho socios del Barça que forman parte del grupo Dignitat Blaugrana sobre los seguimientos realizados por el club azulgrana en las redes sociales. Pero, como informó este medio, en paralelo a esas pesquisas judiciales, los Mossos investigan otras denuncias presentadas. Algo poco habitual, pues cuando un juez asume un caso, Mossos y fiscalía deben inhibirse o, cuando menos, ponerse a disposición de ese instructor y remitir toda la información recabada.
Dos inspectores asumen un papel protagonista
Dos inspectores de la policía catalana, según fuentes próximas a esas pesquisas, estarían asumiendo un papel protagonista. Por un lado, Lluís Miquel Venteo, con larga experiencia como responsable de coordinar la seguridad del Barça y cuyas relaciones con Bartomeu han sido complicadas, ya que llegó a cuestionar la gestión de la directiva en el control de los grupos violentos. Por otro Jordi Ollé que, según fuentes sindicales, siempre ha querido colocarse como enlace en el Barça. Este inspector fue noticia por usar a título personal un velero requisado en junio del 2007 a unos narcos. Ollé está llamado a ser el director de la nueva área de policía marítima de los Mossos, proyecto que de momento se ha retrasado un año.
Escolà, Venteo y Ollé tienen en común haber ascendido puestos en el escalafón policial durante el procés.