Los letrados y funcionarios del Parlament de Cataluña continúan siendo víctimas de la campaña de coacciones, amenazas y menosprecio por parte del Govern y la presidencia de la Generalitat y su entorno. Por sexto día consecutivo desde que la mayoría independentista en la Cámara aprobó las resoluciones contra la monarquía española, estos trabajadores continúan sufriendo el acoso de destacados dirigentes del Ejecutivo catalán --empezando por el propio Quim Torra-- por no haber publicado de forma íntegra en el Boletín Oficial del Parlament (BOPC) algunos de los puntos que chocaban con los criterios del Tribunal Constitucional.
El último en sumarse al hostigamiento es uno de los más estrechos colaboradores del expresidente fugado Carles Puigdemont. En concreto, su jefe de oficina Josep Lluís Alay, que en sus redes sociales ha considerado una "dictadura" algo elemental en cualquier democracia: la separación de poderes y el respeto y el cumplimiento de la ley.
"Dictadura del funcionario"
"La dictadura del funcionario". Con ese despectivo comentario ha aludido Alay a la noticia de que letrados de Parlamentos de toda España han defendido el trabajo y la autonomía de sus compañeros en la Cámara catalana, además de criticar los "ataques infundados" que están recibiendo en los últimos días.
El apoyo de la asociación de letrados de Parlamentos autonómicos hacia el secretario de la Cámara catalana, Xavier Muro, y sus compañeros se suma así a las numerosas muestras de solidaridad de otras entidades y partidos no independentistas por su defensa de la legalidad. Algo elemental en democracia y que, a tenor de lo visto, indigna Alay --que a su vez es profesor de Historia de Asia en la Universidad de Barcelona (UB)--, protagonizando de este modo un nuevo ataque contra el poder legislativo y sus trabajadores desde el entorno del Ejecutivo catalán.