El hartazgo por los espectáculos de propaganda independentista de los dirigentes del procés y sus seguidores traspasa ya los Pirineos. Una de las localidades que, en los últimos meses, se ha convertido en uno de sus puntos de peregrinación es la localidad francesa de Perpiñán, a la que al parecer consideran parte de sus dominios por pertenecer a lo que llaman la "Catalunya Nord" ("Cataluña Norte"), como ya se vio con el mitin de Carles Puigdemont del pasado 29 de febrero, pese a que por esas fechas ya se habían detectado los primeros casos de coronavirus en Barcelona.
Es el caso de la también fugada Clara Ponsatí, exconsellera de Educación y en la actualidad eurodiputada de Junts Per Catalunya (JxCat), que ya ha visitado tres veces esa ciudad del sur de Francia gracias a la inmunidad parlamentaria que le permite viajar por Europa, pese a que en España la justicia la espera para rendir cuentas por el referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia de octubre de 2017.
Acto ilegal e identificaciones
Ponsatí, residente en Escocia, participó en la "Hora Solidaria" que cada semana organiza el denominado "Comité de Solidaridad Catalana" para apoyar desde Perpiñán a los políticos presos y huidos del procés. La eurodiputada posconvergente dio un discurso ante unas pocas decenas de independentistas, a los que conminó a seguir concentrándose en plena pandemia "porque no pararemos hasta que ganemos".
El acto de Ponsatí y sus escasos seguidores se desarrolló sin incidencias, fue acogido con indiferencia entre los habitantes de la zona y con celo por parte de la Policía municipal, que se presentó en el lugar de la movilización para recordar a los organizadores que no se había comunicado y, por tanto, era ilegal, procediendo a la identificación de algunos de ellos, según Ràdio Arrels.