El juzgado de vigilancia penitenciaria 5 de Cataluña ha decidido suspender el tercer grado de los exconsejeros Josep Rull y Jordi Turull y ordenar su ingreso inmediato en prisión. La resolución impedirá que ambos presos puedan abandonar la cárcel de Lledoners entre semana y dormir en casa los fines de semana.
Al contrario de lo que ha sucedido con la exconsejera Dolors Bassa y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, ambos dirigentes han perdido la calificación penitenciaria tras el recurso presentado por la Fiscalía de Barcelona. Así, Rull y Turull siguen los pasos de Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que volvieron a la cárcel el pasado martes.
Interpretaciones dispares
La juez ha basado su decisión en que impugnar la medida de la Generalitat --la concesión del tercer grado-- se corresponde en la práctica con las cautelares que se toman ante un recurso de apelación, en este caso, el del ministerio público.
Por el contrario, el titular del juzgado de vigilancia número 1 de Cataluña, en una resolución discrepante, ha rechazado la pretensión de la fiscalía porque supone una "interpretación extensiva" que podría afectar al "principio de legalidad".
Concentración de apoyo
El reingreso sobre Rull y Turull ha provocado una reacción de apoyo en el seno del movimiento independentista. Decenas de simpatizantes se han congregado a las afueras del centro penitenciario para solidarizarse con los encarcelados.
Rull, que esta mañana había publicado fotos de su "último día" en el trabajo, ha confirmado por Twitter su entrada en la cárcel pero, tras ver los casos de Bassa y Forcadell, ha añadido que "aún queda luz". Turull, en la misma red social, ha recomendado a Bassa y Forcadell que aprovechen "cada minuto" de su semilibertad.