El Govern ha decretado la "prohibición de salida y entrada" a la capital de Lleida, Alcarràs, Soses, Seròs, Aitona, La Granja d’Escarp, Massalcoreig y Torres de Segre, y las personas que vivan en estos municipios quedan encerradas en casa para evitar mayores contactos y nuevos rebrotes de coronavirus. La decisión entrará en vigencia a las 00.00 horas del domingo 12 al lunes 13 de julio, tal como ha detallado el consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, en una rueda de prensa desde la capital ilerdense.
La única movilidad permitida a partir de mañana en estos lugares será aquella decretada como "servicios esenciales", ha comentado Buch. Entre ellas se encuentran los desplazamientos de servicios de seguridad y emergencias, salud, penitenciarios, sociales, residenciales, funerarios y judiciales. También podrán moverse hacia o desde la comarca del Segrià la población que deba realizar trámites urgentes --y que tengan cita previa para ello--, así como también los servicios empresariales básicos dirigidos a la ciudadanía.
Excepción para poder teletrabajar
Los sectores económicos que no se verán afectados por estas restricciones de movilidad en los municipios del Segrià son, además de los ya nombrados, aquellos relacionados con electricidad, aguas, combustibles, gas, telecomunicaciones, bancos, aseguradoras, la gestión de residuos urbanos, industriales y sanitarios, el aprovisionamiento de materiales sanitarios y farmacéuticos y la alimentación humana y animal.
El Govern ha decidido, sin embargo, dar una moratoria temporal a los trabajadores de otros sectores que puedan llevar a cabo teletrabajo. Buch ha anunciado que los empleados de sectores no esenciales podrán "entrar o salir del Segrià durante las primeras 24 horas" de esta nueva etapa en la comarca --es decir, durante el lunes 13 de julio-- para recoger el material necesario que les permita trabajar desde sus casas.
Ocho días desde el cierre perimetral
La comarca del Segrià fue puesta en cuarentena el sábado 4 de julio y, desde entonces, se han reconocido 707 nuevos casos. A pesar de este dato, la consejera de Salud, Alba Vergés --también presente en la rueda de prensa--, ha asegurado que se ha detectado “una reducción” del índice de transmisión. Hace una semana se encontraba en el 1,9 --“estábamos en un momento en el que podíamos duplicar los casos en unos días”, ha explicado-- mientras que en la actualidad se encuentra en el 1,2.
A pesar de ello, el Govern ha visto necesario recrudecer estas condiciones de movilidad y ha decidido instaurar el encierro domiciliario de la población que trabaja en sectores no esenciales. "La población debe quedarse en casa, excepto para ir a trabajar si no puede aplicarse la modalidad del teletrabajo" y para ir a comprar lo imprescindible, ha insistido Vergés. Algunos epidemiólogos, como el asesor del Govern Oriol Mitjà, hace días que piden al Ejecutivo catalán la aplicación de esta medida.
El alcalde de Lleida pide un plan de choque
En la rueda de prensa también ha participado Miquel Pueyo, primer edil de Lleida, y David Massot, presidente del Consell Comarcal del Segrià. Ambos han aplaudido la decisión del Govern, aunque también han lanzado alguna petición de ayuda más allá de las medidas de restricción. "Hemos pedido más pruebas y más cribaje", ha destacado el alcalde de la capital, mientras que el dirigente comarcal ha insistido en la necesidad de implicar a la Administración municipal y regional en las decisiones frente al coronavirus.
Pueyo también ha instado a la Generalitat a poner en marcha un plan de choque para los sectores "que más han sufrido y sufrirán aún", entre los que ha destacado la hostelería, el comercio y las pymes. Ha urgido a que dicho plan se componga de ayudas directas y que se concrete la próxima semana, para que puedan llegar a los afectados durante agosto.