La consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, admite que el impacto del coronavirus en Lleida empeora y preocupa a la Administración catalana. Tras los siete rebrotes localizados unos días antes, “estamos peor” que hace una semana y que ello se refleja en las hospitalizaciones, según ha señalado la propia Vergés.
Uno de los temores del Govern es la saturación del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de la capital provincial. Por ello, la consejera se ha puesto en contacto con el Gobierno de Aragón y “hemos pedido a los usuarios de la Franja que no vayan” al centro sanitario de Lleida. “Tenemos que proteger el hospital”, ha defendido en Catalunya Ràdio y en RAC1.
Lleida, ¿una nueva Igualada?
La consejera de Salud ha rechazado realizar un “confinamiento selectivo” en las zonas de Lleida afectadas por rebrotes, como ocurrió con Igualada y algunos pueblos más de la Cuenca de Òdena. “No tendría sentido”, ha asegurado Vergés. Tampoco cree necesario “volver a las fases” ya que considera que estaban pensadas para “desconfinar” España y no serían aplicables en la zona sanitaria ilerdense.
Su apuesta para evitar más positivos por Covid-19 pasa por la aplicación estricta de las tres medidas básicas contra los contagios por parte de los usuarios. “Pedimos a la gente de Lleida que baje el ritmo y que todo lo que hagan lo hagan con medidas estrictas” para evitar mayor extensión del virus.